OPINIÓN/
Reinaldo Aguilera: “
El famoso merengue de Don Luis Fragachán que sirve de título al presente escrito, nos lleva a pensar en infinitas posibilidades que tenemos los seres humanos para buscar y encontrar oportunidades, en nuestro caso como venezolanos en el exilio sacar el mayor provecho de ellas, aunque muchas veces se tengan que hacer grandes sacrificios.
Así pues, con éstas estrofas inicia el merengue en cuestión, que se ha
hecho popular y el cual fue internacionalizado por Serenata Guayanesa entre
otros:
Me fui para Nueva
York
En busca de unos centavos
Y he regresado a Caracas
Como fuete de arrear pavos.
El Norte es una
quimera,
Qué atrocidad,
Y dicen que allá se vive
Como un pachá.
Trataremos de ir por partes, lo primero es tratar de que millones
entiendan que no todos los que hemos salido del país, salimos alegres y con los
bolsillos full de dólares o euros, es una ilusión en la que viven muchos,
pensando que el que está afuera y más en los Estados Unidos es millonario por
que gana en dólares, justamente allí radica parte del error, es verdad se gana
en dólares pero todo, absolutamente todo también se paga en dólares, con el
agregado de que no son baratos los servicios, por solo dar un ejemplo una renta
mensual de teléfono celular cuesta aproximadamente 50$ mensuales y el resto de
los servicios igual, por lo que de 50$ en 50$ son unos reales los que se gastan
para poder vivir tranquilos, tranquilidad que nos robaron en nuestro país a
muchos.
Por otro lado, está el desarraigo de nuestros quereres, familias enteras
divididas, padres, abuelos que quizás más nunca se verán en ésta vida, es
terrible lo que la Revolución nos ha hecho a tantos y tantos, nos ha empujado a
estar en sitios del planeta en los que nunca imaginamos estar, en prácticamente
todos los continentes está algún venezolano, haciendo algo positivo y poniendo
en alto el tricolor, sin embargo, sigue doliendo la lejanía, se buscan apoyos,
se acerca uno más a Dios para encontrar fortaleza y así avanzar, no queda de
otra, se llena el alma de fuerza, se recuerdan las raíces, los valores, de
dónde se viene y se dan los pasos hacia adelante, es un deber de quienes
estamos sacrificando casi todo.
Las esperanzas se siguen manteniendo, la lucha por salir del régimen
Chavista también, pero se tiene que vivir, difícil de entender, pero es algo
que no se puede evitar; parte del supremo sacrificio de dejar atrás miles de
cosas, es justamente el tratar de que nuestros hijos tengan una vida mejor de
la que llevaron y buscar ofrecerles un futuro que en Venezuela no tenían, sea
en dónde sea, aquí en los Estados Unidos las oportunidades están, pero no son
fáciles como creen, hay que luchar mucho.
Para empezar la historia, nada de lo que estudiaste tiene el valor del
sacrificio de haberte graduado en la universidad, ni cuántos títulos tengas, por
lo que desde ese momento ya tienes limitantes, seguro dirán que haciendo
equivalencias o estudiando otra cosa se resuelve, sí es verdad, pero cuesta
dinero y el que no salió con las maletas llenas lo sabe, por lo que es cuesta
arriba más no imposible lograr escalar esa montaña.
El que no logre estudiar algo nuevo, tiene que trabajar en cosas para lo
que nunca se preparó, así vemos Ingenieros, Administradores, Abogados,
Contadores y muchos profesionales, en restaurantes, en hoteles, en fábricas de
computadoras o en plantas de procesamiento de carnes en algún estado del Norte
de USA, haciendo sacrificios para lograr con el paso de cada día acercarse a la
nueva meta que es vivir y ayudar a los que se quedaron, hasta que se termine la
tiranía, no vivir de los lujos como el Pachá de la canción.
Lo cierto es que aun siendo referente de lo que se denomina tierra de
oportunidades, el gigante del Norte tiene factores altos de pobreza y problemas
en diferentes ámbitos como otros países, por lo que se debe trabajar duro para
romper con el estereotipo de que el Norte es simplemente una Quimera, así de
simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R.
En Twitter:
@raguilera68 / @AnalisisPE
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