OPINIÓN/ Reinaldo Aguilera:
Se acerca el martes 3 de
noviembre, día en que se celebrarán las 59.as elecciones presidenciales en
Estados Unidos, según el sistema vigente, los votantes eligen a los
compromisarios que conforman los denominados Colegios Electorales, que a su vez
deberán escoger al nuevo presidente y vicepresidente a través de ese mecanismo,
con todo este panorama planteado, la lucha por los estados claves continua.
Bueno es recordar que
históricamente la sociedad norteamericana es muy cambiante y definitivamente
acepta y ejerce el principio de alternabilidad en cuanto a mandatarios se
refiere, no todo es blanco y negro como muchos piensan.
De modo tal que, si hacemos
un recorrido en el tiempo, podremos darnos cuenta que no necesariamente un
presidente es reelecto por el solo hecho de estar ejerciendo el cargo sea del
partido Demócrata (D) o Republicano (R), tampoco un representante de su mismo
partido político si ya cumplió con sus 8 años de ejercicio, aunque hay
excepciones, pero muchas veces es lo contrario, incluso si éste presidente lo
ha hecho bien durante su mandato.
Así vemos por ejemplo que el presidente Jimmy Carter (D) no fue reelecto
y perdió la contienda frente al presidente Ronald Reagan (R) quien sí lo fue y
posteriormente ganó quien fuera su vicepresidente George H.W. Bush, con lo que
fuero para ese entonces 12 años de gobierno republicano, sin embargo, éste
último fue derrotado por Bill Clinton (D) en 1993.
Aun siendo según los analistas, un buen gobierno inclusive con el caso
de Mónica Lewinsky, el vicepresidente Al Gore no pudo contra George W. Bush
(R), cabe destacar que, sin haber adelantado un buen primer periodo, Bush
montado en la ola del nacionalismo luego del ataque terrorista a las Torres
Gemelas, logró su segundo período, hay quienes dicen que sin eso no lo hubiera
logrado.
Es entonces que se llega al gobierno histórico de Barak Obama (D), el primer
afroamericano en acceder a la máxima magistratura del país del norte y de allí
a la era de Donald Trump (R) quien no es un político nato, muchos se refieren a
él como el magnate empresario prestado a la política; sin duda que es un hombre
polémico y no es el político tradicional al que millones están acostumbrados.
Lo cierto es que a parte de los problemas propios de EE.UU, el asunto
con nuestro país mantiene en alerta tanto a Trump como a Biden, ambos prometen
máxima presión o el uso de la diplomacia como parte de las estrategias que los
aspirantes a la Casa Blanca planean desarrollar para enfrentar la crisis
venezolana, todo esto mantiene enfrentados a quienes apoyan a uno o a otro
candidato.
La posición frontal de Trump frente al régimen Chavista/Madurista hace
que la simpatía sea mayor, sin embargo, a diario millones dentro y fuera del
país esperan un desenlace que resuelva la gravedad de lo que se vive en
Venezuela.
Lo de nuestra Venezuela no es nuevo, la importancia siempre ha existido,
es sin más ni menos cabe recordar el valor estratégico que jugo durante la
Segunda Guerra Mundial, siendo el suministrados seguro de combustible para los
aliados dada su cercanía estando al norte del sur, tanto así que el régimen
Nazi envió submarinos a las costas de Venezuela.
Ya estando en el año 1961, durante el gobierno del presidente Rómulo Betancourt,
ocurre un hecho que aún es recordado, John F. Kennedy se convierte en el primer
Presidente de Estados Unidos que viajó a Venezuela en visita de Estado, en el
mes de diciembre de ese año, fue huésped ilustre y ambos mandatarios resultaron
grandes y fieles amigos.
Kennedy reconoció la significación de Venezuela como proveedor de
petróleo, en paz o en guerra, de Estados Unidos, luego en febrero de 1963,
Betancourt le retribuyó la visita a Kennedy, de ésta manera fue, en suma, una
gran etapa en las relaciones entre Caracas y Washington y la amistad continuó
hasta la muerte del joven presidente en la ciudad de Dallas.
Finalmente veremos lo que Biden o Trump harán de obtener la victoria con
las circunstancias que afectan a de nuestro país y permean en toda
Latinoamérica, lo que sucede no puede mantenerse mucho en el tiempo pues el
deterioro avanza con el paso de los días en un país que es clave para la
estabilidad zona y en los Estados Unidos lo saben, así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R.
En Twitter:
@raguilera68 / @AnalisisPE
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