viernes, 16 de octubre de 2020

CRISIS DEMOCRÁTICA MUNDIAL.

 

Por Césas Guillén-Citterio. Opinión. Venezuela.

CRISIS DEMOCRÁTICA MUNDIAL.

Diálogo entre nosotros, la gente común.

El 18 de noviembre del 2015 escribí a raíz de los atentados en Francia lo siguiente: “Las democracias y sus mecanismos (ONU, OEA) están enfermos, los dolores que le causan el terrorismo islámico y el narcoterrorismo comunista, están presentes en estos acontecimiento. Esto seguirá agravándose porque el trasfondo no es solo religioso, es contra el occidente democrático”

Líderes populistas y ONG conocidas y de carácter humanitario son los cómplices oficiales de esta estrategia, que ha sido denominada nuevo orden mundial. A pesar de su insistencia en la ayuda humanitaria y del pacifismo que pregonan y a sabiendas de donde provienen gran parte de los orígenes que causan tales males. Existe un debilitamiento de la democracia tal como la conocemos.

Actualmente se pierde la carrera en el control de los paraísos fiscales, el lavado de dólares, y el tráfico de armas, que generan millones de dólares.Estos países forajidos avanzan con la cubierta de la inversión económica, cuya inescrupulosa forma de hacer negocios se aprovecha de los recursos energéticos primarios, no importando si lo hacen con violadores de los derechos humanos, ellos bien conocen esas prácticas.

El débil comportamiento ante gobiernos forajidos de los organismos internacionales (ONU) y el premiar a países incursos desde años en violaciones a los DDHH y a la democracia, incluyéndolo en comisiones donde se deben velar por ello, indica claramente que estaríamos retornando a un mundo bipolar. El pacifismo y la tolerancia a ultranza, a quien solo beneficia es al terrorismo radical.

Definitivamente podríamos estar a las puertas de una gran desestabilización global con sus lamentables consecuencias. Una crisis de líderes de las democracias occidentales con el temple necesario y en algunos casos de complicidad, ha permitido el avance de estos flagelos que se creían controlados.

Definitivamente la paz es frágil y la democracia un bien que se debe preservar mediante la vigilancia de los fuertes y las alianzas entre los de ideas afines. La ONU, fracasó como fracasó la liga de las naciones antes de la segunda guerra mundial.Se debe pensar en una nueva alianza de países con claras convicciones democráticas y de libertades. Los mismos pacifistas están sorbiendo el amargo trago de la irracionalidad y el neo terrorismo socialista.

CESAR GUILLEN CITTERIO

FEDEPETROL-CARABOBO

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