https://dqtjif.bitlydns.net/2021/03/31/carlos-blanco-tregua-humanitaria-o-fuerza-humanitaria/
miércoles, 31 de marzo de 2021
Control Policial Vs. Control Sanitario
En días pasados, el director de la Policía Municipal de Libertador (Carabobo), Rubén Maldonado, informó a la prensa local (por tal proceder, suponemos que lleno de orgullo) que en solo cuatro horas efectuó la detención de 300 ciudadanos por el incumplimiento de las normas de bioseguridad y circulación en la vía pública sin motivo. Hay preguntas sin respuestas, por ejemplo, al meter 300 personas juntas en la sede de la policía municipal ¿se cumplieron normas de bioseguridad para evitar el contagio? ¿se presentaron los detenidos a la fiscalía? ¿cuál es la pena prevista en el código penal para quién no use tapabocas en la calle? (Y díganos de paso el artículo violado porque no hemos tenido noticia de reformas al código penal). Puede que decir estas cosas generen risa, pero no es chiste la tendencia, torpe por lo demás, de querer enfrentar un virus a punta de policías y no con recursos sanitarios.
Un profesor me dijo en la universidad, a
modo de disculpa a los desatinos habituales de los cuerpos policiales, que “no
se hace policía con arzobispos” y admito que no podemos ser tan exigentes en la
selección del personal para las policías pero, al menos, podríamos pedir a los
aspirantes a efectivos, mucho más para director, manejo de elementales
conceptos de lógica y razonamiento inteligente similares a los exigidos para
los niños en educación inicial para proceder a su contratación.
Mientras nos reímos, lamentablemente, aún
hay déficit de agua en los centros de salud, los médicos y enfermeras no
cuentan con suficientes equipos de protección personal (ni sueldo decente), no
se sabe, por voz del alcalde, el número de casos en el municipio, la cantidad
de camas hospitalarias disponibles, los recursos invertidos para responder al
previsible incremento de casos, la disposición de espacios suficientes en los
cementerios municipales o capacidad en los crematorios de modo que pueda
evitarse un manejo inadecuado de los fallecidos, en fin, el municipio
Libertador es la definición perfecta de opacidad administrativa. Con ocultar la
información que debe ser pública no lograremos que la población sea consciente
de los riesgos que implica la pandemia.
La respuesta exclusivamente policial a la
pandemia surge de la intención manifiesta de culpar a los ciudadanos por el
incremento de casos y obviar, tapar o escamotear la responsabilidad de las
autoridades por la ausencia de una política sanitaria que permita la dotación
efectiva a los centros de salud y su preparación para atender los contagios.
Hace un año escribí, en este mismo espacio, la necesidad de instalar hospitales
de campaña en el municipio Libertador como acción preventiva en caso de la
ocurrencia no deseada de un aumento exponencial de casos, incluso hacía la
recomendación de usar espacios como canchas deportivas e iglesias para ello,
nada de eso se hizo y, pues, llegamos al llegadero.
Aún hay oportunidad de reaccionar, en
principio, ciudadano Alcalde, comprenda que su cargo amerita transparencia,
rendición de cuentas y contraloría social, no es delito exigir información ni
es un acto contrarrevolucionario o un pecado contra su dios Chávez el que usted
entregue datos al público. Segundo, todas las voluntades son necesarias en
momentos de emergencia, los adecos, aunque seamos un partido ilegalizado, con
tarjeta y sede secuestrada y dirigencia perseguida, tenemos la disposición de
ejercer el rol que una oposición seria y auténtica tiene: decir la verdad, dar
recomendaciones y exigir políticas públicas efectivas.
En ese sentido, creemos necesario revisar
el enfoque exclusivamente policial con el cual el municipio Libertador está
respondiendo a la emergencia sanitaria. Este enfoque puede lesionar derechos
humanos internacional y nacionalmente reconocidos y, además, puede generar
incentivos para la extorsión a individuos o empresas por parte de efectivos
policiales corruptos. En este municipio tenemos tres ambulatorios (dos
dependientes de Insalud y uno dependiente del IVSS), tres CDI, el CESADE y la
Maternidad “María Ibarra”, el deber de la Alcaldía es responder y velar por las
condiciones en que prestan sus servicios. Esperamos que esta emergencia sea
superada pero ese logro amerita trabajo persistente con un enfoque sanitario, la
policía puede ser más útil contra el hampa antes que contra el virus.
Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica
martes, 30 de marzo de 2021
lunes, 29 de marzo de 2021
domingo, 28 de marzo de 2021
Municipios Vs. Coronavirus
Desde la perspectiva sanitaria, los profesionales de la medicina y las distintas instituciones dedicadas a la salud, nacional e internacionalmente, nos han proporcionado las herramientas para luchar contra la pandemia: 1) lavado frecuente de manos, 2) distanciamiento físico y 3) uso de tapabocas. Se trabaja intensamente por desarrollar e inmunizar a la población con las distintas vacunas que, en tiempo récord, se han elaborado, pero erradicar la enfermedad tomará años. Sin embargo, desde la dirigencia política también podemos hacer nuestro aporte en la lucha contra el coronavirus, a continuación daré algunas de las iniciativas que se pueden ejecutar a nivel municipal para asumir el desafío (obviamente, el primer requisito es contar con alcaldes y concejales que no estén pintados en la pared o mirándose el ombligo).
Los municipios opacos y corruptos cuyas
autoridades no se encuentran sometidos a control político parlamentario, no
pueden enfrentar el coronavirus con éxito. En tales circunstancias, los
alcaldes y concejales tienen todos los incentivos perversos que los hará
privilegiar el cuidarse a sí mismos antes que a los vecinos y, por tanto, los
ciudadanos están expuestos a la desinformación y las vulnerabilidades
asociadas. Es claro que el llamado es a cumplir el ABC que los municipalistas
de AD - Carabobo hemos promovido desde hace una década: 1) Transparencia, 2)
Rendición de Cuentas y 3) Contraloría Social.
En el municipio Libertador estamos a años –
luz de las buenas prácticas gerenciales propias del gobierno abierto. Lamentablemente,
el Concejo Municipal no interpela públicamente a ningún funcionario de la
Alcaldía, es más, ni siquiera tenemos noticia de si han podido siquiera sesionar
y deliberar para legislar escuchando a los electores. Obviamente, el rol del
Concejo Municipal ha sido nulo para promover que el CESADE, la dependencia
sanitaria de la Alcaldía, emita transparentemente los datos sobre la incidencia
de casos de coronavirus en la jurisdicción, número de pruebas aplicadas,
disposición de camas hospitalarias y capacidad de respuesta para los casos
graves. Sin esa información, los ciudadanos no tienen conciencia de la gravedad
de la enfermedad, ni pueden tomar decisiones con criterio informado.
El Gobernador Rafael Lacava informó
escuetamente que existe un riesgo cierto de desbordamiento de la capacidad
sanitaria para atender los casos en Carabobo, ¿el alcalde Juan Perozo ha dado
la información correspondiente al municipio que dice gobernar?. Vamos, no es
tan difícil, tenemos dos ambulatorios dependientes de Insalud, uno dependiente
del IVSS, el CESADE, la maternidad María Ibarra y tres Centros de Diagnóstico
Integral, recopilar esos datos y hacerlos públicos diariamente no es
equivalente a enviar una nave al planeta Marte, es solo un ejercicio de
responsabilidad gubernamental de carácter ordinario. Si no hay transparencia en
la información pública, en el municipio y en todo el país, la ciudadanía se
hace presa del rumor, de las teorías de la conspiración, del miedo y de
preferir quedarse en casa tomándose malojillo antes que ir a un centro de salud
en caso de presentar los angustiantes síntomas.
La falta de rendición de cuentas es un
vacío tan grande que se llena con propaganda, discursos sin base y
solidaridades automáticas. El Concejo Municipal de Libertador tiene mayoría
oficialista y el alcalde es miembro del PSUV ¿la consigna es “entre bomberos no
se pisan la manguera”?. Desde AD presentamos nuestra propuesta de una Ordenanza
de Transparencia Municipal, fue ignorada mucho antes de la llegada de la
pandemia, hace años el municipio Libertador dejó de contar con corresponsales
de prensa de los diferentes medios, hace años la alcaldía logró que las
emisoras de radio local cerraran sus programas de denuncia ciudadana (entre
ellos mi programa “Opinión Dinámica” en Dinámica 99.9 FM). Hoy, la información
pública es afanosamente silenciada por quienes tienen la obligación de hacerla conocer,
es decir, por las autoridades públicas.
Ahora bien, el contexto de pandemia (máxime
sin información pública creíble) exige mayor cuidado por parte de los
ciudadanos. No obstante, el confinamiento no debe significar silencio. La
Contraloría Social implica ciudadanos que usen los pocos medios disponibles
para denunciar la realidad del municipio Libertador, ese no solo es un deber
civil, que lo es y debemos ejercerlo, es que también es una forma de luchar
contra la pandemia. Si denunciamos que los centros de salud de Libertador no
tienen agua para lavarse las manos estamos luchando, al mismo tiempo, contra el
virus y contra la indolencia gubernamental. Ahora, que tengo el honor de
ejercer la Secretaría General de AD en el municipio Libertador, aunque somos
una organización política víctima de la ilegalización, del secuestro de nuestra
sede y de la persecución de nuestros dirigentes, para nosotros el silencio no
es una opción. ¡Haremos todo a nuestro alcance para que la denuncia ciudadana
sea escuchada!
Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica
Mírense en ese espejo
Opinión | marzo 27, 2021 | 6:28 am.
Mitzy C. de Ledezma
Mientras más malos y más fracasados más peligrosos parecieran ser. Me refiero a los enclaves de la internacional que se conoce como el Foro de Sao Paulo, ahora camuflados en el llamado Grupo de Puebla que tuvo su origen en tierra mexicana. Es evidente que cuentan con muchos recursos para reinventarse, para salir de enredos, reponerse de golpes contundentes que aparentaban ser letales y escapar de las circunstancias adversas en la que parecían quedar atrapados por el resto de sus vidas.
La realidad nos saca de dudas o más bien nos despierta del ensueño que nos hacía dormir con algo de tranquilidad, creyendo que de verdad se había terminado la era del populismo más pernicioso que haya amenazado el presente y el futuro de América Latina. No se si a esta resucitación continuada se le puede asimilar a la resiliencia en el entendido que ese término encajaría para las personas, ciudades, etc., capaces de reaparecer en escena después de haber vencido adversidades.
Pero de lo que estamos hablando no son de las adversidades relacionadas con la pérdida de un ser querido o de un fracaso económico personal o empresarial. En este tema que analizamos se precisa que ex gobernantes que fueron acusados, con pruebas, de incurrir en actos delincuenciales, en crímenes horrorosos y ocasionando con sus desafueros sufrimientos a millones de personas que antes habían confiado en sus manos las riendas de muchos países, ahora resurgen en la palestra pública como si jamás hubiesen “roto un plato” y pronunciando casi que los mismos estribillos con los que han logrado seducir a sus seguidores.
En Argentina los populistas que llevan años gobernando y condenando a ese país a una deuda «eterna», mientras sus “heroínas” se enriquecían, a costa de los fondos públicos, tal como lo prueban los hechos, incluso con imágenes patéticas como aquella en que se veían volar sobre muros sacos llenos de billetes. En Bolivia no esperaron siquiera que “el gallo cantara tres veces” para que reapareciera Evo y su corte a retomar las riendas de un país víctima de esas políticas en las que los falsos mesías se van apoderando hasta de la voluntad de luchar de los pueblos. Mientras que en Brasil se ve ahora la amenaza de volver a empinarse en las tribunas públicas a Lula Da Silva, quién fue el articulador de las operaciones de corrupción que dieron origen a los escándalos de Odebrecht.
Está a la vista de todos que tienen dinero, mucho dinero, de orígenes nada santos. Es claro que cuentan con respaldo de redes de comunicación muy poderosas y de un artilugio para lograr embelesar a la gente que los ha padecido y sin embargo reinciden en el error de confiar en quienes tienen en sus frentes la marca del fracaso más que comprobado en Cuba y Venezuela.
Ahora van por el intento de ponerle la mano a Ecuador, otra vez, mientras se van preparando para el gran asalto del poder en Colombia, en donde hay gente que, muy a pesar del espejo que tienen al ladito, no se ven hundidos en la miseria y la más escalofriante tragedia como la que se ve en Venezuela, de llegar a entregarle el Palacio de Nariño al Sr Petro.
¿Vacunas? ¡No!
Opinión | marzo 27, 2021 | 6:30 am.
Gustavo Tovar-Arroyo
Volveré a escribir y tú volverás a leer. Denunciaré las calamidades de nuestro tiempo y tú te conmoverás conmigo porque también las has vivido. Tenemos las heridas abiertas, la carne viva. Es irreparable el daño que el chavismo le causó a esa bella palabra que es Venezuela. Volveré a escribir y tú volverás a penar lo que escribo porque eres venezolano, y si no lo eres, me leerás y tragarás amargo como nosotros tragamos.
A menudo me pregunto ¿para qué escribo?, sufriré y sufrirás porque las calamidades son amargas e irreparables. Hago malabares con palabras para cautivar tu atención.
¿Leerás mi circo verbal?
A cien años
Escribiré y tú quizá no me leas, necesitas –lo entiendo– distraerte con otros circos, unos que no impliquen tanta desgracia y sufrimiento, como el nuestro. Igual, estés tú o no, seguiré escribiendo para que alguien lea, así sea a cien años de escrito esto. Y sí, escribiré y volveré a escribir para que al menos se sepa que el aborrecimiento a la calamidad chavista no sólo estuvo en las calles luchando y protestando, también la estuvo en el pensamiento y en la palabra. En todas partes.
El criminal de lesa humanidad Nicolás Maduro impide el ingreso de vacunas contra el Covid al país mientras el papá de un amigo acaba de morir, el hermano de otro también. Hace minutos.
Muertes y más muertes mientras el dictador baila.
Palabra tatuada
Mientas yo escribo y tú padeces lo que escribo, el liderazgo político también escribe un tuit denunciando la prohibición del ingreso de las vacunas, se queja, vuelve a escribir otro tuit y se va a la cama como si nada. ¿“Como si nada”? Soy injusto, probablemente también padecen y sufren y no saben qué hacer: la maldad –como a ti y a mí– los ha sobrepasado. Entonces me doy cuenta que quizá escribir no signifique mayor cosa ante tal crueldad, y me avergüenzo. ¿Escribir?
Van a morir miles de personas, ya están muriendo, por el virus chino. Pero también mueren por el crimen, mueren desnutridos, mueren huyendo de Venezuela. Mueren.
Muerte, esa es la palabra que nos tatúa el chavismo.
Ruina perenne
No dejar pasar unas vacunas para salvaguardar a un pueblo que diariamente muere a causa del chavismo, lejos de sorprendernos, confirma que lo escrito no ha sido en vano. Lo que sí sorprende es que no pase nada, que sigamos permitiendo (escribiendo, denunciando, quejándonos y volviendo a escribir) que esta ruina se perennice. No podemos echar culpa a otros sino a nosotros mismos. Tú y yo somos responsables. ¿Vamos a la cama como si nada frente a un apocalíptico Venezuela?
Yo no, por eso escribo, aunque sea reiterativo. Sé que tú tampoco, aunque tu sufrimiento sea reiterativo. Sin embargo, de la queja tenemos que pasar a la acción.
¿Será posible?
El adivino
En el año 2002 –está escrito–, profeta del desastre, anticipé que Venezuela viviría un holocausto caribeño, una calamidad histórica inenarrable, una crisis humanitaria y criminal sin parangón en la historia de Las Américas. Describí –escribí– casi a detalle el horror que padeceríamos. ¿Adivino? No, sabía que Chávez y su manada eran unos criminales de lesa humanidad y sabía además que ese tipo de personalidades no cambian jamás, son la peor estirpe criminal que existe. Reincidiría, empeoraría y volvería a reincidir y empeorar.
Fácil suponer, muy fácil, que los criminales harían lo que fuese para mantenerse en el poder y lo seguirán haciendo, cruel y vilmente. No les importa nada. Por eso lo escribí.
¡Y lo volveré a escribir!
Todo empeorará
Las razones por las cuales no dejan pasar las vacunas son obviamente políticas. No quieren que el presidente Guaidó se llevé ningún crédito ni desean reconocer que la Asamblea legítima es la que él preside. No les importa el sufrimiento venezolano ni les importará jamás. Todo empeorará, no hay manera de que cambien, son –insisto– unos criminales de la peor estirpe. Lo escribo y lo volveré a escribir porque lo cierto es que, si no hacemos algo, el holocausto se perennizará, será peor.
Volveré a escribir y tú volverás a leer porque siempre, con estos criminales, habrá peores calamidades. Usé un circo verbal, hice malabares con las palabras, porque ya no sé de qué manera denunciarlo.
Nos atañe a ti y a mí, también a los políticos que escriben tuits, finalizar esta calamidad.
¿Hacemos algo?
@tovarr
viernes, 26 de marzo de 2021
Notas sobre Venezuela: coyuntura, distopía y utopía
26 marzo, 2021 mackyar Artículos 0
Nelson Chitty La Roche:
“Las huellas no son sólo lo que queda cuando algo ha desaparecido, sino que también pueden ser las marcas de un proyecto, de algo que va a revelarse.” JOHN BERGER
Cuesta mucho y a numerosos demasiado, admitir que la patria de Bolívar merezca más análisis y alguna esperanza. El país se exhibe aplastantemente distópico y, de allí que algunos de sus talentos más notables ya no vean ni crean en otra perspectiva.
Orwell que fue un testigo intuitivo y clarividente, nos ofrece en su texto, “1984,” una descripción genuina de la sociedad, petrificada, desispiritualizada, deshumanizada, totalizada, a la que luego Arendt, Shapiro, Aron, Primo Levi, agregaron precisión con brillantes ensayos y rostros patéticos inclusive. El fin de lo que hubo luce en ocasiones horrido y manifiesto pero, tal vez no lo sea.
El fin del mundo ya ha sido muchas veces anunciado y hasta yo he escrito sobre el fenómeno que encierran esas situaciones catastróficas que lo presagian o simplemente lo muestran. Así como la naturaleza destruye y crea el homo ha hecho y hace otro tanto.
Empero; aquellos espantos que caotizaron y autopsiaron al mundo europeo, no agotaron a la maldad. Ni siquiera en Europa y así Croacia, Serbia, Bosnia y en paralelo, Asia y África se postularon para el relevo que llegaba a nombre de las revoluciones redentoras y de sus protagonistas y así, entre varias cabe evocar a Pol Pot, a los coreanos, a los cubanos y a las matanzas raciales y religiosas más recientes de Sudan, Burundi, Ruanda, Nigeria y al ISIS como actor especial del más brutal intento por borrar del ser humano, cualquier atisbo de libertad o de consideración a la dignidad de la persona humana que, pareció como un principio, una viga ética y moral, vencer en la razón y en el corazón del hombre, después de la hecatombe bélica, el holocausto y el crimen de Hiroshima y Nagasaki.
La historia siempre insistió en volver a la barbarie en realidad. Regresó a sus peores sentimientos y demostraciones el homo politikon, como si para afirmarse, requiriera auto negarse, victimarse a manos de sí mismo y; aun lo hace, con saña y asestando puñaladas al presupuesto inclusive que sostiene desde el génesis la idea de que el proyecto humano es bondadoso más que perverso y cruel, como siempre ha sido en verdad.
El objeto de esta reflexión no obstante apunta a la Venezuela como una pila de escombros. Como una montaña de perros muertos, arrollados. Siendo que en medio de la evidencia del desastre, de la regresión, de la vuelta a la bestialidad y no hay hipérbole alguna, advierto que, justamente cuando perdemos dentro de nuestro espíritu la convicción de que podemos corregir y quemamos las naves de la confianza en esa creatura capaz de reivindicarse como colectivo que somos todos, alcanzamos la barbaridad, dejamos de ser civilizados. Se estrella la nación y los agentes del pragmatismo capturan el poder como botín o como poder personal y /o oligárquico.
Desde una conflictividad administrada, regularizada e incluso exitosamente, propio de la republica liberal democrática, se inoculó el virus que confieso que vi venir y lo denuncie y compartí como reflexión el asunto, entre académicos y otros interesados, repito, vi el arribo del agente letal y su semiología, la despolitización y la desciudadanizacion también. (Seminario sobre Política y Antipolítica, los nuevos actores sociales. Fracción Parlamentaria de Copei. Caracas 1997)
Por dos décadas se han visto las consecuencias de prescindir de las fortalezas alcanzadas y disfrutadas y luego, por factores diversos sobre los que hemos trabajado antes y que llamamos la antipolítica, licuadas nuestras entidades, como diría Bauman, hasta privarlas de sus propiedades que, ofrecían consistencia y funcionalidad.
Suele enfatizar mi fratello, Freddy Millán Borges en la idea de que la política es “Poiesis”, es creación, alumbramiento y con ello, intenta soliviantar a los que se resignan no por conformismo sino por desesperanza o peor, agotamiento de su energía o de su fe o de su convencimiento. Piensan que no hay para mas ya y, retroalimentan su paro espiritual y racional, con las inevitables certezas de que no hay otras certidumbre distintas a la oscuridad.
A mi juicio; lo que acontece es exactamente lo que se tiene enfrente pero no se distingue nítida y paradójicamente. Se detuvo la comunicación o se obvió, se segregó a unos u otros, se legitimó la exclusión y se urbanizó una escala de sin valores y sin meritos que normalizó el asalto feroz de la mediocridad. Un giro populista se consumó, oclocrático, tumultuario, resentido, intrépido y revanchista. Se hundió la república de Miranda, Bello, Bolívar, Roscio, Yánez. Se pasmó la política. Se desfiguró el ideal democrático.
Como un remolino del bajo psiquismo, en un pestañeo, desapareció, lo que éramos y como pensábamos; la libertad que se articula con la dignidad, el seguimiento de la normación societaria y la responsabilidad. Fueron esos fundamentos los que barridos, trajeron este desesperante sentimiento distópico nacional.
Algunos están convencidos que de esta pesadilla no hay forma de despertar. Los audaces pero sin pasión, sugieren una sacudida cuya filosofía institucional no es visible ni tampoco posible. Aparecen los espíritus negociantes, también caricaturescos, enajenados, alienados y oleadas de recuerdos premonitorios regresan, desde las lecturas febriles de los años universitarios de Aldous Huxley.
Si bien entonces, hoy no hay república; aun hay latidos, lamentos, resoplos y alguna fantasía. Desde esos signos vitales que denotan que lo que hay es catalepsia del cuerpo político y social y, no como se enjuicia, una nación muerta en vida, se ha de encontrar al otro presente, en el sueño ausente, en la utopía que, obra a menudo en el alma humana.
Hay que volver a creer. Como Melquiades en Cien años de soledad, regresar de la aburrida soledad de la muerte y, vivir luchando por la existencia y en eso estriba, en nuestra voluntad nacional, el inicio de la utopía, convertida en razones para la vida.
Nelson Chitty La Roche, nchittylaroche@hotmail.com, @nchittylarocheANTERIORCollage No 57 sobre Rómulo Betancourt
La guerrilla rojita
Sigue siendo Venezuela un caso de estudio. Por donde se vea, el país tiene cosas que contar que no pasan en ningún otro lado del mundo. Sin embargo, hay algunas que podían haberse pronosticado porque son consecuencia de las acciones de gente cuyo resentimiento nos ha puesto en esta pesadilla.
¿Qué hacemos con la guerrilla colombiana? La respuesta a esta pregunta estuvo clara hasta hace aproximadamente 25 años atrás. Los militares la combatían en la frontera y trataban de que no establecieran mayores negocios en tierra venezolana. Fueron intentos, hay que estar claros, que no siempre pudieron llamarse victoriosos.
Pero la mayoría de la Fuerza Armada Nacional sabía en aquel entonces que nada tenía que ver con los objetivos “políticos” ni de “negocios” (narcotráfico) que eran vitales para ese grupo subversivo armado que azotaba a la población en el hermano país con sus prácticas cruentas de secuestros y atentados.
Ahora es otra cosa. Todo es borroso, sinuoso, nada claro. Como la propia frontera entre los dos países. Los que no han estado por esas tierras pensarán que hay una línea divisoria perfectamente demarcada entre los dos territorios, pero no es así. Hay que conocer mucho la zona, manejar mucha información estratégica para saber dónde termina uno y comienza el otro. Se llama “frontera viva”.
Y esa ha sido la excusa de los de allá y los de acá. Hace ya más de 20 años que el comandante muerto dejó sentadas las bases para las relaciones de Venezuela con la guerrilla. Los líderes de esos grupos sangrientos y narcotraficantes también lo dejaron claro: en ellos el chavismo tiene un amigo leal y un escudo de defensa. Entonces, hacer negocios juntos, esconderlos, darles aliviadero era la consecuencia lógica.
Lo que pasa es que se ha relajado la línea de mando, parece. Ahora todo es confuso y nadie sabe quién está con quién. Para cualquiera que los vea desde lejos, los recientes enfrentamientos en Apure podrían explicarse como que la Fuerza Armada Nacional trata de expulsar a los narcoguerrilleros. Pero resulta que si se ve con lupa, parece que es otra cosa muy diferente.
Son bandos enfrentados con un tercero que apoya a un solo lado. Y así, después de más de 20 años de que el comandante muerto augurara públicamente el reconocimiento de las FARC como fuerza beligerante, ahora se les defiende en esta parte del territorio. Venezuela entonces está metida hasta el fondo en un conflicto armado que tiene muchas décadas y que se ha llevado por delante a demasiada gente inocente.
Como conclusión, hay una guerrilla más rojita que otra, y los militares venezolanos deben protegerlas como si fueran compañeros de armas. Qué vergüenza para el que quiera al país y tenga principios éticos.
José Antonio Gil Yepes: El callejón sin salida
“He reafirmado mi posición de promover el voto y sentir más respeto por quienes piensan lo contrario. Ambos sectores tienen razones, pero, en la sociedad moderna… la pregunta no es quién tiene la razón, sino cómo nos ponemos de acuerdo”…
En una respuesta muy bien argumentada, mi respetado y apreciado amigo, José Toro Hardy, respondió a mi artículo anterior, “¿Qué Jugamos: Ajedrez o Wei Qi?”. En ese escrito propuse que es mejor ocupar espacios (jugar Wei Qi) que regalárselos al contrario y que esa estrategia es mejor que tratar de seguir jugando Ajedrez para darle “jaque mate” al Rey si no se tiene la fuerza para lograrlo. Es mejor votar y ganar espacios que repetir auto goles por no votar, desperdiciando el potencial del 80% de los votos. En cambio, José, en “Votar o no votar, he ahí el dilema”, publicado en Analítica.com, propone abstenernos porque… 1. “Nos enfrentamos a un adversario que no acepta el “fair play” ni respeta la Constitución y 2. Cada vez que la oposición ha ganado…, el régimen se las arregla para desconocer o alterar los resultados”. Esto es cierto.
Pero, el remedio no debería ser peor que la enfermedad. No votar nos pone en un callejón sin salida.
Para que No Votar fuese solución, habría que asumir que la situación se resolverá por fuerzas militares, internas o externas. Pero, en nuestras circunstancias, no estimo que eso sea viable. También podría asumirse que no votar fuese válido si las sanciones pudiesen cambiar el régimen. Mala noticia: Las estadísticas muestran que, de unos 140 casos del Siglo XX, sólo en el 4% han conducido a un cambio de régimen.
Peor aún, si el cambio viene de “arriba”, por la fuerza o las sanciones, nos encontraría en un lamentable estado de desorganización y no habría a quien entregarle el poder y que logre gobernar. Es decir que, o nos organizamos y actuamos, o la alta dirigencia militar-cívico chavista nos seguirá llevando al matadero.
En cuanto al argumento de que… “Cada vez que la oposición ha ganado unas elecciones, el régimen se las arregla para desconocer o alterar los resultados.” …“Ante la derrota… de la Reforma Constitucional, Chávez concluyó: “No retiro ni una sola coma de esta propuesta,…”. Muy cierto. Pero HChF aprobó las Leyes del Poder Popular que el pueblo le había negado vía la Ley Habilitante que le dio la Asamblea que controlaba porque se le había regalado la elección de diputados en 2005 mediante la abstención. Si la oposición no hubiese ganado la mayoría de las diputaciones en 2015, el oficialismo hubiese hecho cinco años atrás lo que está haciendo ahora: Actualizando las Leyes –inconstitucionales- del Poder Comunal para llevarnos hacia una República Parlamentaria Comunal en la cual la elección del Premier no será “universal, directa y secreta” sino de 6º grado y a mano alzada, como en Cuba.
Dice: “En las elecciones del 6-12-2015 para la Asamblea Nacional, la oposición ganó limpia y abrumadoramente… De inmediato, valiéndose del TSJ, el régimen desconoció el triunfo de 3 diputados del estado Amazonas, para así robarles el control de las 2/3 partes de los escaños… Después, el mismo TSJ declaró a la Asamblea en ‘desacato’, figura no aplicable conforme la Constitución”. Cierto. Pero la debacle de la Asamblea pasada también se debe a que se dedicaron a dar discursos tan absurdos como el que sacarían a NM en seis meses, mandando a botar unos afiches de HChF y a competir por los cargos directivos de la legislatura, en vez de legislar, interpelar y educar a la ciudadanía.
Dice: “Cuando pierden una gobernación, nombran un “protector”. Cierto, y eso es inconstitucional. Pero, los cuatro gobernadores de oposición son mejores administradores que los mal llamados protectores. A los 28 alcaldes de oposición, no se les asignó protectores; pero, aunque operan con mínimos recursos, casi todos son reconocidos por su buena gestión. En cambio, de la mayoría de los alcaldes chavistas, lo poco que se conoce, desluce.
Dice: “Cada vez que la oposición ha ganado unas elecciones, el régimen se las arregla para desconocer o alterar los resultados”. Cierto, pero la oposición ha ganado cuando se ha coordinado, presentado un solo candidato y defendido sus votos. Es decir, que las condiciones electorales no sólo las debe poner el gobierno sino también la oposición.
Lo que le propongo a José es que nos pongamos de acuerdo en convivir en desacuerdo bajo un enfoque complementario: Ambos presionando para que el gobierno cambie sus políticas, unos ocupando espacios en los cargos públicos, mientras otros tratan de cambiar al régimen movilizando actores internacionales, cosa que han logrado: Una especie de operación tenaza. Lo que no debemos hacer es llamar alacranes a todo el que quiera votar ni descalificar a quienes no quieran hacerlo.
Por mi parte, creo que ésta revisión de criterios me ha reafirmado en mi posición de promover el voto y me ha hecho sentir más respeto por quienes piensan lo contrario. Ambos sectores tienen razones, pero, en la sociedad moderna, plural, la pregunta no es quién tiene la razón, sino cómo nos ponemos de acuerdo. Este reencuadre psicológico solucionaría el dilema “votar o no votar”.
@joseagilyepes
Gloria Cuenca: Las comunas y el gran salto atrás (I y II)
Sospecho en efecto, que soy una de las pocas personas vivas, en Venezuela, que tuvo, el ¿privilegio? de visitar una comuna popular, en la China de Mao Tse Tung en 1976. Fue un privilegio, por cuanto ahora puedo, contradictorios lectores, hablar con propiedad de lo que el grupete de ignorantes y desaforados revolucionarios pretenden establecer en nuestro maltratado y arruinado país. No les bastó, por lo que se observa, que en el 2007 fueran ampliamente derrotados, aún con el innombrable vivo, en el referéndum convocado para establecer el comunismo, a la cubana, en Venezuela. Les cuento. Mi padre Humberto Cuenca había visitado China en 1959, época de la Nueva Democracia, y había visto el lanzamiento del Gran salto Adelante, (que denomino, sin ningún temor: gran salto atrás) lo principal era transformar a China en comunista, haciendo las comunas y transformándola por la fuerza en potencia industrial. Obligaron a todo el mundo a derretir, sí como lo leen, derretir todo metal, a fin de lograr hacer una industria pesada capaz de competir con la URSS y los USA. Ambos propósitos fracasaron. Al decretar las comunas se produjo una hambruna en la que los chinos para salvar la vida de los niños y jóvenes, se transformaron en antropófagos; hay documentales de abuelos cortándose la piernas para dar de comer a los nietos pequeños. No es amarillismo. Esto ocurrió y hay documentación al respecto. Las comunas se decretaron en 1959 y fueron eliminadas 17 años después, apenas ocurrió la muerte de Mao.(Septiembre de 1986) Para salvación del pueblo de China: que empezó a comer un tazón de arroz, rebosado con una salsa de mariscos, de cochino o de pollo, (a ellos no les gusta mucho la carne roja) y una taza de te caliente, Esto para los mil quinientos millones de personas que conformaban ese inmenso país, es una meta, una proeza y una tranquilidad saber que, cuentan dos veces al día con ese tazón de arroz. Los banquetes de 20 platos, son para los invitados y para la camarilla que gobierna. (Ahora han reducido la población (¡?) no me lo creo mucho pero, eso dicen ellos) Volvamos a nuestras visitas, mi padre, vio la instalación de la comuna y todo lo que ellos esperaban de esa decisión. Cuando nosotros, mi esposo (QEPD) y yo llegamos a Pekin 1976, nos llevaron a visitar una floreciente comuna. No hablamos chino, de manera que oímos lo que decían los comuneros de boca del intérprete. ¡AH ¡ pero qué cara la de nuestros anfitriones, y ni hablar de los traductores, parecían enfurecidos a medida que hablaban, sus gestos no se compadecían con las palabras que expresaban. Como profesora de Teoría de la Comunicación y muy estudiosa de la Kinésica (Lenguaje del Cuerpo) y la Proxémica, (Significado del territorio), hice de inmediato un análisis de las divergencias entre lo que decían y la postura de su cuerpo. Llegué al extremo de la confusión, cuando una señora empezó a hablar y terminó llorando. El amigo que servía de intérprete no nos supo dar una explicación coherente de lo que veíamos. Salimos apesadumbrados y cabizbajos de la visita a la Comuna Popular y bastante convencidos de que todo era una gran farsa. Cuando regresamos en 1979, muerto Mao, acabada la Banda de los Cuatro, no había rastro de comunas. Preguntamos, así nos contestaron: “¡Puag, no sirvieron para nada! -dijeron los interpretes-, nos arruinaron, solo dejaron hambre y desolación” Fue de las primeras medidas que impulsaron el gran avance de China en el planeta: eliminar las comunas. ¿Y eso es lo que quieren implantar aquí? Volveré sobre el tema.
Del salto atrás para adelante (II)
No se contradictorios lectores si habrán leído mi artículo anterior; he narrando mis vivencias en la China de Mao sobre las comunas, el gran salto atrás, (así lo denomino) y los desastres de la revolución cultural. He escrito mucho al respecto, al punto de que, me suena como si estuviera repitiendo un mantra. Tenemos que recordar: China le disputa a los Estados Unidos el liderazgo económico mundial, justo después de que dejaran la ideología de Mao. Sin embargo, a pesar de la reiteración, escribo pensando en el Maestro Kotepa Delgado:”escribe, que algo queda” decía, y además reconociendo cómo estamos de mal en nuestro país. Lo que pretenden hacer –las comunas- es todavía mucho más terrible. (Siempre se puede estar peor)Los y que revolucionarios en Venezuela, (los verdaderos, los serios: o murieron o, están callados por cuanto no se atreven a decir estas verdades) mientras yo, recuérdese, vengo “De Regreso de la Revolución”. Después de eso, me permito decir, cualquier cosa, con relación a este tema. En 1979, los amigos y colegas de la agencia Sinjua de noticias (Nueva China, su nombre), siempre en deuda con Adolfo Herrera Espinal, quien había sido corresponsal de ellos durante casi 7 años, prácticamente gratis, nos volvieron a invitar a China. No éramos los ingenuos que habíamos aterrizado tres años antes en el aéreo puerto de Pekín. Íbamos alerta y dispuestos a no aceptar medias verdades, ni a que nos atragantaran de comida y mentiras. Así lo primero que nos dijeron, seguros de que, nosotros ya sabíamos muchas cosas fue: “La revolución cultural es capítulo cerrado, fue un fracaso y causó demasiadas muertes físicas además de espirituales”. Lo segundo que informaron fue: Se eliminaron las comunas.” Al hacer un balance”(EL PCCH) se dio cuenta de que, eran un fracaso y, como consecuencia, se produjo una enorme hambruna en el país resultado de esa forma de distribución y organización de los alimentos”. La tercera información de impacto, fue: “se clausuraron y cerraron para siempre las Escuelas 7 de mayo”. Las conocimos bien, las visitamos y oímos las confesiones de los supuestos burgueses, terratenientes, campesinos ricos, revisionistas y reaccionarios, explicando sus pecados: alguien que quería leer literatura occidental, otro que le gustaba la buena mesa y el vino, otra que no quería realizar las tareas infames que les obligaban a hacer en la escuela, entre otros aspectos. Aquello que nos contaron en el sitio fue horrendo, todo era de terror. Salimos con los pelos de punta.(1976) Sin embargo, en este momento, la alegría de nuestros anfitriones, quienes en su oportunidad tuvieron que hacer labores allí, era incontrolable y notoria. Impresionante y sorprendente como disfrutaban dando esa información noticiosa: la eliminación de las tales escuelas y, finalmente, como especie de postre, la información noticiosa, -que ya sabíamos- la prisión de la Banda de Los Cuatro, encabezada por la esposa, (la 4ta. De Mao) Chiang Ching. Observamos y vimos muchas cosas en ese viaje, lo que incluyó el viaje al Tibet, siendo Adolfo y yo, los primeros venezolanos en ir hasta allá. Antes, el Presidente Echeverría de México, fue el primer latinoamericano. Nuestro impacto fue inenarrable en aquellos momentos. Por las noches, hablábamos hasta la madrugada, dándonos cuenta de que todo era y es una gran mentira. ¿Gran salto adelante? Si como no, será gran salto atrás. Las comunas, un desastre que ocasionó hambre y miseria. El comunismo no sirve, el socialismo del siglo XXI tampoco y, el real menos. ¡Viva la democracia y la libertad!