OPINIÓN
Reinaldo Aguilera:
Empecemos por el principio, la historia de la
bebida Cuba Libre, se remonta
al año 1898, cuando tropas norteamericanas liberaron la isla cubana del dominio español y ésta
pasó a ser colonia norteamericana.
Se cuenta,
que los soldados estadounidenses introdujeron la famosa Coca-Cola en Cuba donde una noche de fiesta en
la ciudad de la Habana, la combinaron con Ron Bacardi y a esa combinación dada
la reciente liberación, la llamaron Cuba Libre.
Según múltiples historiadores, la
percepción popular indica que la Cuba pre-revolucionaria
era la isla del pecado y estaba sumida en los vicios del juego, la
mafia y la prostitución, lo grave del asunto es que con la llegada de Fidel
Castro al poder el asunto cambió, pero quizás para peor, ya que luego de la
dictadura, el 8 de enero de 1959,
tras haber derrocado a Batista, Castro convirtió a Cuba en un estado socialista.
El Gobierno Socialista Cubano, bajo infinidad
de engaños, escudándose permanentemente en la excusa de la culpabilidad de EEUU
y sus sanciones, ya el pueblo Cubano lleva 62 años esperando mejoras y por el
contrario no ve avance alguno para su situación económica y social.
Todo esto ha causado con el pasar de los
tiempos que se revelen en la isla y hagan protestas, que son sofocadas
rápidamente por la policía del régimen, caso aparte lo representa el acto
sucedido días atrás, cuando el asunto se les complicó a los conductores de las
Revolución Cubana, al observar que las calles se desbordaron pidiendo libertad,
comida, mejoras en servicios públicos y la cobertura real de la pandemia del
Covid-19 que azota a la zona caribeña sin respuesta real.
La consigna de ése domingo en que miles de
cubanos salieron a la calle fue que ya se perdió el miedo, definitivamente y
aunque suene contradictorio, casi 61 años de embargo por parte de Estados
Unidos no ayuda, pero también es cierto que el manejo por parte de los Castro
de todas las facilidades y el dinero proveniente de otras vías, tampoco lo ha
sido; las restricciones del gobierno al pequeño
sector privado son aún más perjudiciales, por ejemplo a las empresas, incluidas
las tiendas y los restaurantes, se les prohíbe acceder a préstamos bancarios o
participar en el comercio y los alimentos siempre han estado racionados, lo que
afecta directamente a la población más vulnerable.
Muy preocupante
constituye la información dada por Erika Guevara-Rosas,
directora para las Américas de Amnistía Internacional, quien ha denunciado que
hasta la fecha, se han registrado al menos 247 personas que han sido detenidas o que están desaparecidas luego de
las protestas, es decir que el régimen Cubano realmente teme que se prolonguen
y con las detenciones envía un mensaje, de terror por demás para quienes
piensan continuar, la historia está en desarrollo aunque no lo parezca, estamos
en otra época, muy diferente a los años sesenta.
Definitivamente no es el mismo escenario de aquel
agobiante agosto de 1994, cuando en Cuba faltaba la comida, los apagones
duraban horas y había una enorme presión de quienes buscaban irse a Estados
Unidos por cualquier vía, en aquel año, miles de cubanos se lanzaron a las
calles y fue necesario que el propio Fidel Castro se apersonara ante los
manifestantes y dialogara con ellos para disuadirlos, así pues vemos que Días
Canel no es Castro y quizás sea la diferencia enorme que haga que en la isla
ocurra más temprano que tarde lo que muchos desean.
Lo
cierto es que, aunque de manera oficial, se reconocen cinco intervenciones militares de Cuba en otros países como: Argelia, Siria, Congo, Angola y Etiopía, sin
embargo, otras fuentes amplían la lista incluyendo a Nicaragua y por supuesto
el caso de Venezuela que, aunque no ha sido militar del todo, con la ayuda de
Hugo Chávez, los Castro penetraron nuestro país hasta las bases, montando un
entramado que tiene afectados todos los aspectos de la vida del venezolano,
todo esto a sabiendas que históricamente los regímenes comunistas han sido
inviables, como lo fue el caso de la Unión Soviética y los países de la llamada
órbita socialista, cuyas economías colapsaron y terminaron cayendo ante la
presión dela gente.
Lo cierto es que, para éste instante, lo que suceda en la
isla, permeará a los países que se encuentran bajo su influencia, nuestra
Venezuela no se escapa, quiera Dios que se nos permita ver como caen todas las
piezas estilo seguidilla de dominós y surja una nueva era, así de simple y
sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R.
En Twitter: @raguilera68 / @AnalisisPE