jueves, 21 de abril de 2022

“La Negociación Necesaria”

 OPINIÓN/

Reinaldo Aguilera:



Por muy difícil que parezca, la negociaciones encuentra presente en prácticamente todas las etapas de nuestras vidas, desde el proceso de pedir permiso cuando adolecentes para salir al cine o con unos amigos por haber obtenido buenas calificaciones, hasta el negociar con un jefe un aumento de salario producto de los cambios ejecutados desde tu puesto de trabajo, en miles de cosas está presente.

Incluso, históricamente hablando la negociación ha jugado papel importante para de alguna manera terminar con algún conflicto, caso por ejemplo del encuentro de Simón Bolívar con Pablo Morillo en 1820, del cual surgió el denominado Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra”, es así como se cambio para ese momento el curso de la Guerra y quedo atrás el Decreto de Guerra a Muerte.

Ya estando en contexto, vale decir entonces que, la negociación es un proceso basado en la comunicación entre dos o más partes, las cuales intercambiando propuestas, logran encontrar un punto medio, que les deja satisfechos con el acuerdo final y eso guste o no es lo que se debe impulsar para este momento en Venezuela, de manera tal que el beneficio de mejoras ayude a mitigar la dolorosa situación por la que pasan muchos, no aquellos que van a conciertos o compran en bodegones, me refiero a aquel porcentaje que realmente sufre la crisis que si existe y que se trata de ocultar.


La negociación pues como venimos explicando, es aquel mecanismo en el que una parte intenta persuadir a la otra, se ha dicho que negociar es un proceso de resolución de un conflicto entre dos o más partes, pues hay siempre, bajo la negociación, un conflicto de intereses y el caso Venezuela no es la excepción. 

El asunto puede ser un intercambio social que implique una relación de fuerza, una lucha sutil o no por el dominio, por la gobernabilidad,  esa fuerza por el control del poder, se va desplazando de un lado a otro durante las diversas etapas, importante, no es conveniente en una negociación que una de las partes se beneficie de una relación de fuerza desequilibrada que imponga sus condiciones a la otra parte, lo ideal es que mejor exista un cierto equilibrio de fuerzas y que se intercambien las presiones, finalmente con seguridad las partes llegarán a un acuerdo cuando las fuerzas estén igualadas. 

El asunto aquí es que aun no existe un proceso cierto y serio, ambas partes léase Chavismo/Madurismo y las oposiciones en la Venezuela actual, pretenden iniciar con la balanza totalmente inclinada hacia uno u otro lado, lo que desde el principio genera fuertes niveles de angustia que como ya hemos visto termina en la suspensión o ruptura del dialogo inicial, eso hay que modificarlo para avanzar, sin duda alguna.

Por otro lado existe la multiplicidad de opiniones que desde varios frentes bombardean cualquier proceso que se inicie, pareciera que les cuesta mucho aceptar que no hay otro modo, las etapas de protestas violentas no funcionaron, ya que el monopolio de la fuerza la tiene el mal gobierno, triste pero es una verdad que por difícil tenemos que admitir, ciertamente hubo fallecidos, hubo y hay presos políticos, en fin los asuntos son interminables, pero se tiene que buscar una salida, ojo no es solo electoral, es y debe ser INTEGRAL.

Muchos analistas y gente común dice que el Chavismo debe pagar por el daño que ha causado, que sus personeros deben ir a la cárcel, yo no contradigo sus opiniones respetables por demás, lo que planteo es que hay momentos para todo y la justicia debe llegar por alguna vía, eso lo mantengo y sostengo, pero la ruta inmediata es lograr algún tipo de descanso en la situación de fondo que asfixia a muchos venezolanos, al punto que el flujo de personas en su mayoría jóvenes, no para y siguen a todo riesgo saliendo del país buscando un futuro más prometedor que el actual presente, eso debe parar.

Cuando se llegue a un reconocimiento mutuo de las partes real y palpable, entonces se le caerá un velo de legitimidad sobre aquellos que tengan la inmensa responsabilidad de lograr acuerdos para avanzar a mejores etapas, vuelvo y repito, no es quizás para muchos el escenario ideal o el más esperado, pero si el necesario, con sacrificios se logran victorias inesperadas, así de simple y sencillo.  

Reinaldo Aguilera R.

@raguilera68/@AnalisisPE









miércoles, 20 de abril de 2022

Autoritarismo y Desigualdad

 


 

Un profesor de la Universidad Valle del Momboy, mi alma mater, nos decía en el 2001 a los entonces alumnos que “seríamos los mejores politólogos del mundo por estar en Venezuela en un contexto donde todas las teorías políticas se ponen a prueba, esto es un gran laboratorio”. Probablemente no seamos los mejores, pero si que tenía razón en cuanto a que Venezuela era y sigue siendo un gran centro de pruebas para mala suerte de los Conejillos de India (los venezolanos). Hay una máxima, esbozada por Amartya Sen y otros pensadores, que indica “la desigualdad política conduce a la desigualdad económica”, si en algún lugar del planeta este argumento se hizo aterradoramente obvio es en nuestro país.

 

Para 1998, los trabajadores venezolanos tenían sindicatos y confederaciones obreras que negociaban, junto con el gobierno y las asociaciones patronales, el aumento del salario mínimo, reformas legales en materia laboral y condiciones de trabajo, buena parte de los asalariados contaban con póliza HCM (Hospitalización, Cirugía y Maternidad) tanto en el sector público como el privado y el salario mínimo rondaba los 300 dólares. Los trabajadores afiliados al IVSS contaban, entre otras cosas, con un servicio médico específico y previsión social en caso de contingencias, entre ellas, el pago por paro forzoso. Los sindicatos, herramienta de los trabajadores para luchar por su calidad de vida, eran fuertes. Eso dejo de existir.

 

No es casual que el principal apoyo económico para la campaña electoral del militar golpista Hugo Chávez en 1998 tuviese como procedencia poderosos capitales asociados a la industria televisiva y mediática. Las clases pudientes deseaban quitarse de encima el largo predominio socialdemócrata que había logrado que los “pata en el suelo” ascendieran socialmente y pretendieran “igualarse”. El guiño más notorio del candidato Chávez a esos sectores conservadores fue su apología al ex dictador Marcos Pérez Jiménez al que incluso prometió permitirle su regreso al país.

 

Al instalarse en el poder, Hugo Chávez comenzó la militarización del país, sacando a los militares del cuartel para colocarlos en cargos de la administración pública y administrar fondos públicos, confiscó empresas privadas y las cedió a la administración de sus aliados y correligionarios y, además, proporcionó a naciones con gobiernos autoritarios afines el control de ciertas actividades económicas dentro de nuestras fronteras. La retórica nacionalista solo encubría la satanización del imperialismo norteamericano y la sacralización del imperialismo ruso y chino.

 

El tema de fondo es que los venezolanos dejaron de ser iguales, ahora, una extraña asociación entre empresarios y militares constituye una ciudadanía de primera y los trabajadores, la clase media, las clases populares, pasaron a ser de ciudadanos de segunda y, más allá, se prohibió cualquier mecanismo de ascenso social, por esa razón la educación, la salud y los servicios públicos (electricidad, agua, cloacas, telefonía) fueron desmantelados de modo que con el tiempo solo las clases privilegiadas pudieran acceder a ellos en cuanto lujos. Hoy en día una empleada de un negocio de cosmetología puede tener mejores ingresos que un docente o un médico.

 

Hoy en día, muerto el dictador pero sobrevivida la dictadura, algunos hablan de un “cambio de rumbo” de su continuador, Nicolás Maduro, lo cierto es que los rasgos militaristas, exclusivistas, conservadores y autoritarios del régimen siguen en pie. Si hay reprivatización es para beneficio de aliados políticos, si hay reactivación económica es para pequeñas esferas sociales o, como bien dice el economista Orlando Ochoa, una economía efervescente para el “1% de la población”, “unas 280 mil personas”.

 

Para comprobar esta tesis solo hay que observar que el diálogo tripartito dejó de existir desde 1998, la OIT cuenta con un amplio informe respecto a Venezuela. Algunas empresas, principalmente aquellas ligadas a la actividad importadora y comercial, reportan beneficios pero los trabajadores se encuentran padeciendo, además de los bajísimos salarios, precariedad laboral e incluso explotación laboral. Peor la pasan los que trabajan en la administración pública y los desempleados. Podemos ver conciertos con entradas costosísimas con llenos totales pero escuelas sin estudiantes y sin profesores a punto de caerse.

 

Claro que los politólogos estamos observando, consternados y horrorizados, la puesta a prueba de las tesis de Amartya Sen, la desigualdad política sembrada en 1998 nos está brindando una generosa cosecha de desigualdad económica en 2022. Los pobres se están haciendo más pobres y los ricos se están convirtiendo en magnates que pueden encerrarse en Las Mercedes, celebrar un cumpleaños con una asquerosa fiesta en un Tepuy y, lo peor, calificar de “emprendimiento” el vulgar robo nacional.

 

¿Alguien quiere una prueba visual? Pues bien, trasládese el interesado a la ciudad de Valencia, ubique la instalación militar del Fuerte Paramacay y, justo dentro del Círculo Militar, encontrará el Bodegón Baraki. La exclusividad de los precios permiten también una clientela exclusiva, hasta allí llegaron las consignas revolucionarias. El Gobernador de Carabobo puede actuar y ser aplaudido como cantante de reguetón pero los servicios públicos siguen empeorando sin que eso afecte a los acomodados, hay una lógica subyacente en todo esto, el proyecto militarista de destruir la democracia siempre tuvo entre sus objetivos convertir la carrera de las armas en la única vía para el ascenso social ¿Cuánto tardaremos en ver convertida la Presidencia de la República en el último rango militar, justo después de General en Jefe, y no un cargo de elección popular?

 

Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica

 

viernes, 8 de abril de 2022

“Venezuela 2022 y la Necesidad de un Nuevo Liderazgo”

 OPINIÓN/ 

Reinaldo Aguilera: 

Con los horrores que se conocen a diario producto de la invasión Rusaa Ucrania y todo lo que eso conlleva, no podemos olvidar la estrecha relación que mantuvo en su momento el fallecido Hugo Chávez con el presidente de Rusia, para algunos ya olvidado discurso, para otros muy fresco aun, en el momento en que por cadena de radio ytelevisión Chávez anunciaba acuerdos estratégicos en distintas áreas,

económica, cultural y la más importante para él, al aspecto Militar.

Es así, como indico que el destino de Venezuela y el de la Revolución

Bolivariana, estarían siempre ligadas a las de su amigo Putin, hoy en

día, anos después de la muerte de Chávez y con Nicolás en la

Presidencia, Venezuela continua bajo el ala de Rusia, que es al final

quien se ha beneficiado de los millones de dólares manejados por los

Chavistas, han vendido cualquier cantidad de chatarra armamentista,

helicópteros que se caen y un largo etcétera.

Por otra parte, no se puede olvidar que los negocios de Chávez se

enmarcaron en múltiples visitas que este efectuó a Moscú, con el

único objetivo de estrechar los lazos como ya dijimos en lo económico,

lo político y lo militar, la intención declarada del Hugo fue reforzar su

posición en la pugna que libra el Chavismo con su adversario

predilecto: el gobierno estadounidense y, en particular, el presidente de

turno en EEUU, al mejor estilo Cubano, Hugo Chávez siempre reiteró

durante sus constantes ataques contra el "imperialismo

estadounidense" que había que acabar con ellos ya que "destruye a


los pueblos y mina sus valores tradicionales" y fíjense quien está

destruyendo a Ucrania en su afán expansionista.

Por el momento ya Chávez no está, Nicolás no sabe qué hacer con su

vida, el éxodo de venezolanos continua imparable y Ucrania sufre ante

los ojos atónitos del mundo entero.

Con el panorama actual, vale la pena recordar un episodio durante el

año 2008, en el que Vladímir Putin, le indico a Hugo Chávez, que

Rusia estaba dispuesta a compartir con Caracas el uso de la energía

nuclear con fines pacíficos, imaginen si eso se hubiera hecho realidad,

simplemente terrible.

Lo cierto es que de concretarse al final lo que sucede con Ucrania,

prácticamente ningún país estará a salvo de que se repita algo similar,

lamentablemente la diplomacia no ha dado resultados y con el paso de

las horas y días muchos mueren, millones de refugiados cruzan a

países vecinos como pueden buscando huir de la cruel guerra, sin que

nadie ni nada detenga al “Amigo Putin”.

La guerra en Europa dejara una marca difícil de olvidar en estos

tiempos modernos, comparable quizás con lo ocurrido en algunos

momentos de la Segunda Guerra Mundial, muchos países ya

rompieron lazos con Moscú y seguro vendrán más, lo que causara que

muchas economías se tambaleen, aun falta mucha tela por cortar y las

consecuencias tal vez se verán a mediano o a largo plazo, por lo

pronto queda orar mucho por los que se fueron y también por los que

están y sufren, por nuestros hermanos venezolanos y en general por

la humanidad que no la tiene nada fácil, así de simple y sencillo.


Reinaldo Aguilera R.

@raguilera68/@AnalisisPE

miércoles, 6 de abril de 2022

La alcaldía y los ciudadanos

 


 

Una comunidad, tras una interrupción del servicio eléctrico, se le dañó la bomba del pozo de agua que la surte. Pues bien, los vecinos se llaman unos a otros para solicitar a la respectiva alcaldía se resuelva el problema. Uno o varios vecinos, tras visitar la oficina competente del gobierno local, informa a la comunidad que la falla debe reportarla el Concejo Comunal con una carta con el sello de esa organización, los vecinos desesperados buscan a ver si aun hay algún vecino que tenga el fulano sello para hacer la carta porque los miembros del Concejo Comunal se mudaron y algunos hasta se fueron del país. Se presenta la carta con el sello y el funcionario encargado indica que, ahora además, se necesita que se recolecten firmas para solicitar al alcalde que se repare la bomba. Ese trajín sigue porque, después de reunir 200 firmas de los vecinos sin agua, la administración municipal informa que no hay presupuesto.

 

Muchos ciudadanos del municipio Libertador (y quizá también del resto) se sienten identificados con esa historia. Y pues, es que el estancamiento burocrático no es cuento, al contrario, es una realidad que sufren los ciudadanos a diario. El problema tiene distintas aristas, en principio debemos notar que hay un vacío procedimental cuando no se tiene unos pasos reglamentados y uniformes para atender cualquier solicitud vecinal. Por otro lado, es claro que si existe un Instituto Municipal de Agua y una Dirección de Servicios Públicos debe también existir un equipo de inspectores que monitoreen el funcionamiento de los sistemas de bombeo en toda la jurisdicción y puedan detectar, en tiempo real, cualquier avería sin necesidad de enterarse por una carta con 200 firmas.

 

Otro tema es la tendencia a forzar de forma absurda que toda queja, solicitud o reclamo ciudadano deba pasar por una carta sellada por el Concejo Comunal, toda vez que muchas de esas instancias están vencidas, muchos de sus miembros cambiaron de domicilio o simplemente no ejercen sus funciones. Si un grupo de ciudadanos directamente afectados recurren a las autoridades competentes se les debe atender sin mayores trámites sin importar si son o no miembros del Concejo Comunal, la UBCH o el PSUV, máxime si se trata de la continuidad de un servicio público tan importante como el agua (de hecho, el acceso al agua es un derecho humano internacionalmente reconocido).

 

Es cierto que Oscar Orsini no es culpable de las taras administrativas heredadas de las mal recordadas gestiones de Argenis Loreto, Carmen Álvarez y Juan Perozo (todos ellos miembros del PSUV) pero él si es responsable si permite que continúen las prácticas burocráticas ineficientes y absurdas que hacen a los ciudadanos dar mil vueltas antes de resolver cualquier problema. Las tareas son obvias: 1) deben establecerse normas claras para tramitar solicitudes ante la alcaldía, 2) reconocer que cualquier grupo de ciudadanos, sean o no miembros del Concejo Comunal, tienen derecho a ser atendidos y, por los clavos de cristo, 3) ¡arreglen la fulana bomba de agua que la gente pasa muchas dificultades sin el vital líquido!

 

Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica