jueves, 23 de diciembre de 2021
lunes, 20 de diciembre de 2021
“Venezuela se arregló”
La hiperinflación de casi un lustro parece
finalizar en 2022, no desaparece el problema inflacionario sino que su gravedad
se reduce de niveles catastróficos a niveles crónicos, debe apuntarse que una
inflación menor a 50% mensual para el año próximo sigue siendo destructivo para
el patrimonio de los venezolanos. Por otro lado, el desplazamiento del bolívar
por el dólar, de forma informal y de facto, permitió a muchas empresas no solo
sobrevivir sino incluso prosperar en un contexto tan difícil como el Venezolano,
al menos en un determinado segmento comercial e importador particularmente
beneficiado de la eliminación de aranceles y controles. En el sector industrial
la historia es distinta, de hecho, las recientes medidas de carácter cambiario pueden
provocar el encarecimiento de los productos elaborados en el país frente a los
importados y así exportaremos puestos de empleo industrial al exterior.
Un elemento relevante para entender a la
Venezuela de hoy es el impacto que tienen las remesas, una buena parte de los 7
millones de venezolanos en el exterior envían dinero a sus familias en el país,
para muchas personas esos recursos son esenciales para sobrevivir dado que los
salarios percibidos por los trabajadores son insuficientes para adquirir la
canasta básica familiar que ronda los 400$ mensuales, esa realidad es
particularmente cruel para los trabajadores públicos (docentes, médicos,
enfermeras, policías y demás). Este elemento puede hacernos entender el por qué
teniendo salarios ínfimos hay un apreciable dinamismo comercial.
Dicho esto, en realidad, ¿Venezuela se
arregló?, a mi juicio, el país se encuentra enfrentando un falso dilema
interpretativo: ¿el crecimiento económico sin justicia social puede
interpretarse cómo una mejoría?. La Encovi 2021 reveló que el 5% de la
población está recibiendo el grueso de los ingresos nacionales, es un hecho que
el dialogo tripartito no existe desde hace 20 años y, por tanto, la contratación
colectiva, la libre sindicalización, el derecho a huelga y el salario mínimo
dejaron de existir como conquistas de la clase trabajadora. En un escenario social
semejante, el incremento de las ganancias netas de algunas empresas, el
florecimiento de burbujas comerciales y bodegones, no es permeable a la mayoría
de la población, al contrario, es una “mejora” restringida a un segmento
pequeño del país.
Además, entre quienes han dedicado tiempo a
entender sociológica y económicamente el complejo fenómeno de la pobreza, se ha
establecido un consenso casi total sobre el cuál la pobreza no es entendida
cómo la falta de dinero sino la ausencia de acceso a bienes y servicios. Si una
persona ve mejorar sus ingresos en efectivo pero no tiene acceso a servicios
sanitarios, ni educativos, si tiene fallas recurrentes en los servicios de agua
y electricidad y a veces ni tiene señal telefónica, entonces es más pobre. Debe
decirse algo más, si los ingresos aumentan en el 5% de la población más rica de
forma sustancial, pero no así entre el resto de los venezolanos, aquellos
afortunados podrán satisfacer sus demandas, privadamente, en salud, educación,
alimentación, recreación, agua, electricidad
y todo bienestar que el resto no podrá disfrutar ante el colapso y
desmantelamiento de los servicios públicos… Para ese 5% Venezuela si se arregló
y hasta lo podrán mostrar en su Instagram, aún más llamativo, algunos podrán decir
que su buena vida es producto de su particular capacidad de “emprender” o
“reinventarse” y, por descarte, las penurias del resto son debido a que carecen
de tales actitudes vitales. La cierto es que ambas realidades se deben, antes
que a particulares dotes, a decisiones económicas tomadas por las autoridades
públicas: la decisión de ensanchar las brechas sociales.
La Venezuela del siglo XXI es
crecientemente desigual, los ricos (y casualmente los más poderosos) lo son
cada vez más y los pobres tienen vidas cada vez más precarias, inestables, inseguras
y, lógicamente, cortas. Esta situación no cae del cielo, no sube del infierno,
es una decisión tomada en lo más alto del poder. La desigualdad material tiene
efectos sobre múltiples dimensiones, entre ellas, el acceso a la justicia, la
participación política y la representación de la realidad mostrada en los
medios de comunicación. Esta quizá sea una preocupación importante a partir del
2022, al menos para los ciudadanos de a pie. Otras personas podrán disfrutar de
un cumpleaños escuchando la voz de Pablo Montero, en vivo, en sesión VIP y
decir, ante las críticas por la obscena demostración de riqueza, “es que los
demás son unos envidiosos”.
Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica
viernes, 17 de diciembre de 2021
“Navidad que Vuelve Tradición del Año…”
OPINIÓN
Reinaldo Aguilera:
Nos
encontramos en la recta final de un año desastroso para muchos, a estas fechas
parece que en definitiva llegamos a un callejón sin salida y el régimen
mientras tanto sigue implementando sus políticas piratas de ensayo y error para
ver si sale del hueco dónde metió al país, la crisis política, social y
económica que estamos viviendo los venezolanos tanto dentro como fuera, nos
tiene sumidos en uno de los diciembres más atípicos de nuestra historia
contemporánea, este mes siempre fue sinónimo de reuniones, alegrías y sobre
todo de compartir, pero muy poco de eso se está viviendo en la Venezuela
actual; sin duda estamos ante un fenómeno en el cual se le pretende robar la
navidad a todo un pueblo o al menos a la mayoría.
Las
noticias diarias no tienen nada de positivas, por dónde se miren son en un 99%
negativas para todos, lo que incluye sin lugar a dudas hasta a los más
fervientes seguidores del gobierno, ya es una costumbre observar cómo los
“Chavistas/Maduristas” se quejan directamente con el presidente en las llamadas
redes sociales, acerca de lo mal que la están pasando, se quejan de los
constantes engaños y el gobierno simplemente sigue en su estrategia de
destrucción a todo nivel.
Resulta
inevitable pensar en aquel personaje del que existen películas, una criatura verde peluda y cascarrabias que
vive en una cueva en lo alto de una montaña,
definido en la historia de 1957 escrita por el famoso Dr. Seuss, no es
otro que el famoso “Grinch” que se roba la alegría y la felicidad de la navidad.
Tal comparación entra como anillo al dedo en
los días que corren en nuestro país, en el que el mal gobierno con la cara
visible del presidente hinchado y barrigón, trastorna los días festivos al
burlarse de los venezolanos con sus chistes malos, atacando de algún modo a la
población más vulnerable, colocándolas en situaciones peligrosas, de alto
estrés, para luego de crear el desastre, salir muy tranquilamente aparentando
solucionar algo, prorrogando la validez de alguna medida pirata,
definitivamente el irrespeto para con todos y es imperdonable.
La
crisis es a todo nivel, en unos días tan importantes para los venezolanos
muchos se encuentran sencillamente atrapados por no poder ir a estar con sus
seres queridos; no hay transporte y el costo de los pocos que se consiguen no
pueden ser costeados por la mayoría, el problema del combustible persiste y
como ese muchos más, esa es la realidad de la navidad 2021.
Con
una verdad tan grande como el Sol, el mal gobierno sigue pretendiendo cada día
hacer creer a los venezolanos que somos un país “Potencia” y que si las cosas
no funcionan son motivado a los ataques de los Estados Unidos que lidera una
“Guerra Económica” contra Venezuela y el viaje de mentiras ya poco creíbles,
por otro lado se sigue viendo a los jerarcas del régimen junto a sus familiares
lejos de la “Venezuela Bonita” paseando justamente por territorio
norteamericano y hasta en la Gran Muralla China, haciendo grandes fiestas y
alardeando por las redes sociales, así como si nada; definitivamente cuesta
entender.
Las cosas parecen estar en dimensiones
distintas; por un lado, los ciudadanos pasando penurias de todo tipo y por el
otro el mal gobierno que fabrica enemigos, gasta dinero y energías efectuando operativos
que no funcionan y tratan de aparentar normalidad como los del famoso “Pernil”,
cuando no han podido con la
economía, con los pranes, con los bachaqueros, con los piratas de carretera,
los delincuentes, el problema de las medicinas y un largo largo etcétera.
La historia nos dice que nada es para siempre y
que en su momento tendrán que rendir cuentas ante la justicia, una justicia que
actuará correctamente y apegada de manera correcta a las normas legales.
Por
el momento nos toca intentar buscar un punto medio y ver lo positivo que tan
amarga experiencia nos pueda dejar, también sacar algún aprendizaje de todo lo
que estamos viviendo, así de simple y sencillo.
Aprovecho
el momento para dar las gracias a “TODOS” quienes hacen posible que continuemos
escribiendo, a mis fieles lectores que saben quiénes son y de manera especial a
los que tan amablemente publican las cosas que escribo semanalmente, mi efecto
y agradecimiento siempre. ¡Feliz Navidad 2021 en Familia!!!!
Reinaldo J. Aguilera R.
@raguilera68/@AnalisisPE
viernes, 3 de diciembre de 2021
¡Cuidado con el amiguismo en Tocuyito!
Aún es temprano, a solo unos días de
elegirse a Oscar Orsini como alcalde de Libertador, para hablar de irregularidades
en el ejercicio de sus funciones, no obstante, siempre estamos a tiempo de
encender alarmas y avisos cuando se ven señales preocupantes. Así que, a modo
de recomendación, revisemos qué estipulan nuestras leyes sobre el nepotismo, el
tráfico de influencias, el conflicto de intereses y el amiguismo en la
administración pública.
La Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela en su Artículo 146 estipula que “Los cargos de los órganos de la
Administración Pública son de carrera. Se exceptúan los de elección popular,
los de libre nombramiento y remoción, los contratados y contratadas, los
obreros y obreras al servicio de la Administración Pública y los demás que
determine la Ley. El ingreso de los funcionarios públicos y las funcionarias
públicas a los cargos de carrera será por concurso público, fundamentado
en principios de honestidad, idoneidad y eficiencia. El ascenso estará sometido
a métodos científicos basados en el sistema de méritos, y el traslado, suspensión
o retiro será de acuerdo con su desempeño”. La Ley Contra la Corrupción resalta
en su artículo 14 que “El nombramiento y remoción o destitución de los
funcionarios y empleados públicos no podrá estar determinado por afiliación
u orientación política alguna y se realizará de conformidad con lo
dispuesto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en las
leyes”.
Por su parte, la Ley del Estatuto de la
Función Pública en su artículo 40 refiere que “El proceso de selección de
personal tendrá como objeto garantizar el ingreso de los aspirantes a los
cargos de carrera en la Administración Pública, con base en las aptitudes,
actitudes y competencias, mediante la realización de concursos públicos que permitan
la participación, en igualdad de condiciones, de quienes posean los requisitos
exigidos para desempeñar los cargos, sin discriminaciones de ninguna índole. Serán
absolutamente nulos los actos de nombramiento de funcionarios o funcionarias
públicos de carrera, cuando no se hubiesen realizado los respectivos concursos
de ingreso, de conformidad con esta Ley”. Queda claro que la legislación
venezolana ordena la celebración de concursos para elegir a los funcionarios
públicos más por sus competencias que por sus simpatías políticas, no obstante,
¿por qué es tan categórica esa orden? La respuesta se encuentra en las
inhibiciones obligatorias a los funcionarios contenidas en el artículo 33 de
está misma ley, en su numeral 10, literales a, b, c y d que citaré a
continuación:
“Artículo 33: Además de los deberes que
impongan las leyes y los reglamentos, los funcionarios o funcionarias públicos
estarán obligados a: (…)
“10. Inhibirse del conocimiento de los
asuntos cuya competencia esté legalmente atribuida, en los siguientes casos:
a. Cuando personalmente, o bien su cónyuge,
su concubino o concubina o algún pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad
o segundo de afinidad, tuvieren interés en un asunto.
b. Cuando tuvieren amistad o enemistad
manifiesta con cualquiera de las personas interesadas que intervengan en un asunto.
c. Cuando hubieren intervenido como
testigos o peritos en el expediente de cuya resolución se trate, o como
funcionarios o funcionarias públicos hubieren manifestado previamente su opinión
en el mismo, de modo que pudieran prejuzgar la resolución del asunto; o
tratándose de un recurso administrativo, que hubieren resuelto o intervenido en
la decisión del acto que se impugna.
d. Cuando tuvieren relación de
subordinación con funcionarios o funcionarias públicos directamente interesados
en el asunto”.
Ciudadano Alcalde Oscar Orsini, la
designación de funcionarios es siempre difícil pero las consecuencias de no atender
las normas existentes y vigente pueden ser aún más abrumadoras. Imagine que,
por descuido, miembros de una misma familia o allegados muy cercanos terminen
siendo nombrados por usted en distintos cargos y que, para colmo de males, sean
nombrados solo por mostrar el carnet del PSUV y no por su currículum vítae,
¿eso no sería totalmente contrario a las leyes que acabamos de citar?
Ciertamente los delitos solo pueden
procesarse después de cometidos, pero si hacemos observancia de la ley descubriremos
que esas normas existen por un motivo trascendente: lo público no debe
confundirse con lo privado. Si mezclamos asuntos familiares, a los amigos y
allegados, en el manejo de los asuntos públicos estamos sembrando vientos y
cosecharemos tempestades porque, por lo general, la sangre es más espesa que el
agua. Si usted no se siente aludido, pues bien, siga adelante, pero yo que
usted, celebraría concursos públicos para elegir a los funcionarios, no sea que
por buscar lealtades elija a los más incompetentes y que a la postre se creen
redes de tráfico de influencias por las cuales deba mañana responder usted como
máxima autoridad municipal.
Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica