martes, 31 de mayo de 2022

La Gira de Carlos Prosperi




Carlos Prosperi, dirigente de Acción Democrática, efectuará una gira en Carabobo entre el 3 y el 5 de Junio en la cual tendrá contacto directo con vecinos y líderes locales a fin de sumar respaldos a su candidatura presidencial. No es el único dirigente que se encuentra en campaña, lo propio están haciendo el resto de los partidos, sin embargo, hay algunos elementos en el discurso de Carlos Prosperi que permiten diferenciar notablemente su oferta, por ejemplo, insiste en señalar que debe conformarse una “Coalición Democrática” para gobernar porque, ningún partido por si solo puede reunificar al país, aún más, todos están invitados a unir esfuerzos en ese sentido, “incluso, el Partido Comunista”. En todas las transiciones de la dictadura a la democracia en América Latina muestran que son clave las alianzas entre demócratas y facciones inconformes del los regímenes de fuerza y, tal parece, que Prosperi además de entenderlo, lo pone afortunadamente en práctica.



Recientemente, se celebró el Día Nacional contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia implementado en 2016 durante la Presidencia de la Asamblea Nacional de Henry Ramos Allup. Ese día, en sus redes sociales, Carlos Prosperi destacó la importancia de ese día para recordar la importancia de “construir una sociedad inclusiva e igualitaria”. Ese debate, habitualmente invisibilizado por dirigentes conservadores, es frontalmente asumido por el candidato adeco. Esto constituye una autentica novedad en una Venezuela hastiada de la discriminación y la exclusión.



Por otro lado, Carlos Prosperi fue el primer dirigente nacional en pronunciarse a favor de la celebración de primarias en la Plataforma Unitaria. Ante las dudas y silencios del resto, indicó en su momento que “debemos celebrar elecciones primarias para enfrentar al régimen en las elecciones de 2024, el tiempo apremia porque una campaña para ganar implica visitar cada día un municipio de Venezuela y son 335 municipios, hay que empezar ya”. Hoy es un hecho que la Plataforma Unitaria celebrará elecciones primarias y será la gente, la ciudadanía, la que elegirá con votos al liderazgo llamado a iniciar la restitución de la democracia venezolana. Ciertamente, la crisis económica y social que vive el país es urgente, pero su solución pasa por contar con un nuevo gobierno electo por el voto universal, secreto y directo.



Tuve la oportunidad de reunirme con Prosperi hace poco, acababa de salir de mi traumática estadía en un hospital público producto de la fractura en mi brazo, y le consulté sobre su opinión sobre la pobreza y la precariedad salarial que padecen los venezolanos y me dijo algo que lo expone como un dirigente bastante completo y equipado: “el salario debe recuperar su poder de compra de forma urgente, pero no hay que olvidar que la pobreza es multidimensional, se es pobre porque no tienes acceso a la salud, a la educación, al agua, al gas doméstico o a la electricidad. Un salario y un empleo decente es una parte del reto que tenemos por delante, solucionar la Crisis Humanitaria Compleja requiere hacer de los servicios públicos un derecho y no un privilegio”.



Nada en Venezuela está cantado, nadie sabe qué pasará en el futuro cercano, lo que si creo que es obvio es que los adecos están presentando a los venezolanos su mejor ficha, su mejor mano, su mejor opción. Ojalá ocurran debates televisados y todos los candidatos puedan de forma respetuosa exponer sus ideas y contrastarlas. Apuesto fuertes a lochas a que los mejores argumentos e ideas permitirán al elector elegir acertadamente.



Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica

lunes, 23 de mayo de 2022

La Crisis Humanitaria y Tocuyito

 



Como lo hemos denunciado en otras oportunidades, en el municipio Libertador (y muy seguramente en el resto de los municipios de Carabobo) no hay acceso a la información estadística pública. No se cuenta con datos sobre la desnutrición infantil, la cobertura de vacunas, el embarazo precoz, la deserción escolar, el desempleo, el sub empleo o la precariedad laboral, mucho menos sobre la incidencia delictual, es decir que, en definitiva, nadie puede juzgar con criterio objetivo si vamos bien o vamos mal. Ese ambiente de penumbra, salvo prueba en contrario, es una acción premeditada y deliberada de las autoridades públicas.


Sin embargo, quienes andamos en la calle, por lo general a pie, no nos hace falta la revisión de las estadísticas para constatar la gravedad de la crisis humanitaria compleja que vive el país y, obviamente, también el municipio. El mismísimo Casco de Tocuyito, sector donde funciona la sede de la alcaldía, no tiene agua y sus vecinos deben recurrir a los costosos camiones cisterna o recorrer a pie varias cuadras con su perolito a cuestas a ver si algún amigo les presta ayuda.


Cuando este tipo comentarios se lo hacemos a algunos funcionarios la respuesta suele ser: “es que no tenemos una varita mágica” o “es que no hay presupuesto”. Pero es que tampoco tienen voluntad, hay muchas organizaciones no gubernamentales a las cuales se podría recurrir para que, en distintos ámbitos, se provea ayuda a la ciudadanía que padece la peor parte de la crisis. Eso implicaría despolitizar la acción pública e interactuar con los distintos actores sociales de forma colaborativa y respetuosa.


Por ejemplo, si una organización no gubernamental detecta que existe una baja cobertura inmunológica y rezago en peso y talla en los niños entre 0 y 10 años que viven en Tocuyito y se propone proveer asistencia a las familias afectadas, en vez de que sus equipos de trabajo efectúen un operativo de salud en la calle, expuestos a sol y lluvia, ¿no sería mejor que la alcaldía, si no les suministra acceso a los centros de salud públicos, por lo menos ponga los toldos, brinde apoyo logístico y les de cobertura de seguridad personal?.


Hoy, la AN electa en comicios no competitivos y cuestionados, está deliberando sobre cómo eliminar el apoyo financiero internacional que reciben las organizaciones no gubernamentales para efectuar su labor humanitaria en el país. No lavan ni prestan la batea, eso ya lo sabemos, pero el ciudadano alcalde de Libertador, Oscar Orsini, podría hacer la diferencia y cuestionar esa pretensión legislativa, ponerse en contacto con las ONGs y enfrentar todos juntos los efectos de la crisis sobre las personas aquí en Tocuyito. Eso lo haríamos si fuese ese nuestro rol, pero el alcalde es él y, pues, la responsabilidad de hacer o no hacer recae en su persona.


Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica

jueves, 19 de mayo de 2022

“Venezuela, Un país Sin Gobernabilidad”

 

OPINIÓN/ 


Reinaldo Aguilera: 



La democracia venezolana ha confrontado y continua confrontando una etapa de transición que pareciera que no concluye nunca, la crisis a raíz del declive de los partidos políticos como puentes idóneos para dirimir el conflicto social sigue vigente y a mi juicio se ha hecho más profunda que nunca en estos momentos, aunque muchos dicen que se ve una luz al final del túnel.

Lo ocurrido en distintos procesos electorales, como por ejemplo el del 6 de diciembre de 2015, significo una toma de fuerza que no se imaginaba el oficialismo, una parte importante de los venezolanos retomaron la confianza en un grupo de partidos políticos que ofrecían una salida, un camino no violento y sobretodo electoral, dando así cabida a todo aquel que desee incorporar su grano de arena al proceso de cambiar a Venezuela, lamentablemente ese esfuerzo y ese apoyo ciudadano se perdió, en estos momentos queda un interinato que luce vacio y que no genera nada de confianza, lo demuestra la situación compleja del día a día.

Poco a poco, se diluyo el concepto de “Democracia Participativa” real, entendiendo esto como la expresión más amplia de democracia, en la cual los ciudadanos de un país, se involucran y participan en la toma de decisiones de índole política, todo parece estar secuestrado por el G4 y el grupo de organizaciones estériles por el momento que lo conforman.

La gente hasta hace muy poco tiempo se mantenía alejada de la política, pues según el pensar de muchos, eso no los afectaba, se tomo conciencia de que no es así, los ciudadanos buscaron y aun buscan organizarse para participar, de hecho se acercaron más a las estructuras político partidistas para conformar equipos y aportar ideas, para tristeza de millones, ese aporte también fue traicionado, ahora la oposición luce deforme y sin liderazgo, lo cual dice mucho de quienes están en esos puestos dentro de las organizaciones políticas de siempre.

El que vivamos en sociedades más globalizadas e internacionalizadas, hace que los factores comparativos entre países estén a la orden del día e indudablemente abre los ojos a quienes padecen las injusticias de la ingobernabilidad. Hoy en la Venezuela del 2022, ya sumidos en anos de maltrato por parte del Chavismo y también de mucha mala oposición, en una nación signada por la marca de la corrupción, la inseguridad ciudadana, la falta de medicinas, de alimentos, de artículos de primera necesidad (para el que no tiene acceso a dólares que les sobren), de luz, de agua potable y pare usted de contar; muchos se preguntan ¿Porqué en otros países si hay y aquí no?.

Lo cierto es que ya el “Pueblo” se dio cuenta del engaño, de que las medidas populistas no son nada serias, que no sirvió para nada tanta alharaca revolucionaria, pues solo funcionaba si había dinero, pero ante la realidad económico-social y la falta de recursos se desplomo tal revolución y con ella van en declive sus aliados de otros gobiernos del hemisferio, que ahora tienen que atender sus propios problemas.

Lo que sí es cierto, es que se agudiza la crisis de gobernabilidad en nuestro país, la cual viene dada por esa desconfianza que hoy en día existe de los ciudadanos hacia el desgobierno de Maduro que luce atado de pies y manos ante una verdad inocultable, haciendo malabares y buscando bocanadas de aire todos los días, la carrera de resistencia le está dando frutos, pues con la situación en Rusia, la apertura del mercado petrolero a empresas norteamericanas quizás lo beneficie, veremos.

En este contexto, vale la pena destacar que ya no hay mito que valga de parte de este mal gobierno, ni el de la conspiración para derrocarlo, ni el de la invasión desde el “Imperio” y mucho menos los famosos intentos de magnicidio que nunca sucedieron, ya nadie se come el cuento; lo que sí es real es que el régimen se está desmoronando, se cae a pedazos solito día con día y sin ayuda, con el paso de las horas se descubren más casos en cuanto al mal manejo de los asuntos públicos, escándalos que hacen, que uno pierda la capacidad de asombro, la enfermera que fue tesorera, el vice ministro que recibió sobornos, el ex Alcalde que se perdió lleno de billetes y apareció en la florida entregándose, en fin.

Lo cierto es que ante cualquier propuesta de que las cosas mejoren, el régimen ejecuta un ataque por todos los medios que tenga a su alcance, monta sus shows televisivos, encadena al país entero y lo peor de todo, juega hasta con el hambre de la gente, en conclusión podemos afirmar que Venezuela es un país sin gobernabilidad alguna, Maduro ataca a los ciudadanos a diario y lo hace no dando respuestas a sus necesidades básicas, no ve las luces de advertencia, no ayuda ni se deja ayudar, solo sigue en su plan aferrándose al poder aunque ya es sabido por todos que históricamente el pretendido plan es inviable.

Todo esto nos lleva sin duda alguna a pensar en soluciones, en buscar salidas concretas y correctas, acordes con la realidad mundial, que ayude a la sociedad en conjunto a resurgir y mejorar; para ello tiene que haber garantía de orden público, seguridad jurídica, confianza, solicitar y aceptar si es necesaria la ayuda internacional, para luego ineludiblemente una vez que salgamos de este bache en la historia, ir hacia una redefinición del esquema Estado, Mercado y Sociedad, para equilibrar a la nación, para que se produzca lo que necesitamos, reactivar el aparato productivo y volver al “Hecho en Venezuela” por ejemplo, para no depender solo de las importaciones y del petróleo que por cierto ya no es lo que era.

De igual modo se tienen que fortalecer las instituciones, pero primero sacarlas del marco en el cual se encuentran en la actualidad, totalmente subordinadas al poder ejecutivo, es decir hay que reinstitucionalizar al país, buscando que sus ciudadanos confíen y acudan a los organismos, quienes deben brindar las respuestas oportunas que de ellos se requiera, servir al público y no servirse del público, ese es el deber ser.

Hay mucho trabajo por delante, los mecanismos están allí, en la carta magna, hay que organizarse para aplicarlos y lo vamos a hacer, así de simple y sencillo.

Reinaldo Aguilera R.

@raguilera68/@AnalisisPE



lunes, 16 de mayo de 2022

El regreso de la sordera en Tocuyito

 




Si algo han caracterizado a las últimas administraciones municipales en el municipio Libertador (Carabobo) ha sido la sordera, la incapacidad manifiesta de oír a las voces independientes y de la oposición política. Argenis Loreto, Carmen Alvarez y Juan Perozo, pese a sus marcadas diferencias entre ellos, coincidían en tratar al ciudadano como a un mero habitante, sin más derecho que el de aplaudirles hasta sus errores (obviamente, la mayoría de los casos).



Tras una muy corta luna de miel, la administración de Oscar Orsini mostró una esperanzadora pero incipiente iniciativa de escuchar los anhelos de la ciudadanía, se arreglaron varios pozos de agua, se invirtió en el mantenimiento de algunos tramos de vialidad y mejoró la iluminación pública en algunos sectores. No obstante, era obvio que al oficialismo, acostumbrado a décadas de hablarse a si mismo, le sería muy difícil interactuar con los demás. Los concejales de AD iniciaron contactos con los más altos funcionarios municipales y sus sensibles oídos no soportaron el reclamo persistente de la voz popular exigiendo agua, obras públicas, mejora del transporte y cese de la voracidad fiscal. Ya no contestan el teléfono, la presunción que tenemos es que las arcas públicas están vacías y los padrinos en la gobernación y el gobierno nacional miran en otra dirección. El santo se les voltió y vienen los tiempos de las vacas flacas.



La lógica es que, antes de cerrar los oídos a las criticas, el gobierno municipal debe ampliar los mecanismos de consulta ciudadana, hacer transparente la gestión, rendir cuentas al vecino y que la oposición política pueda hacer críticas constructivas con información pública a la mano. Pues no, el curso de acción, el que los funcionarios de la Alcaldía de Libertador están mostrando, es creer que gobiernan solo para sus correligionarios del PSUV. No se reúnen con el vecino sino con las UBCH, afirman ser el gobierno de los obreros pero los trabajadores de la Alcaldía ni cuentan con HCM ni firman contrato colectivo y el empresario al que pueden atender con algo de respeto es al contratista.



El llamado es a la reflexión, en AD no tememos reunirnos públicamente con nadie, ¿por qué Oscar Orsini debe temer hacerlo?. Nosotros solo deseamos hablar del acceso al agua potable que deben tener los vecinos de El Oasis y de Fundacion CAP, sector 7 ambito C, que llevan 4 meses sin el vital líquido, queremos hablar de la crónica falta de gas, queremos hablar de soluciones consensuadas a la voracidad fiscal, queremos hablar de acceso público al presupuesto, a los créditos adicionales aprobados por el Concejo Municipal, queremos hablar de transparencia administrativa y, obviamente, queremos hablar de la composición, de acuerdo a la legislación vigente, del Consejo Local de Planificación Pública. Eso si sería gobernar, caso contrario, estimado alcalde, véase en el espejo de sus predecesores y el “cariño” que reciben en la calle después de pasar sin pena ni gloria por el cargo de máxima autoridad local.



Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica

lunes, 2 de mayo de 2022

“Los Juristas del Horror Versión Tropical”

 

OPINIÓN/ 


Reinaldo Aguilera: 

Siempre hemos indicado, que el llamado Estado de derecho está formado, tradicionalmente, por dos componentes: en primer lugar, el Estado (como forma de organización política) y en segundo término, el Derecho (como conjunto de las normas que rigen el funcionamiento de una sociedad), estos principios son el deber ser de la justicia, a mi entender.


En estos casos, por lo tanto, el denominado poder del Estado, se encuentra limitado siempre por el derecho, pero el asunto se complica cuando la ley se convierte en instrumento de la minoría que muchas veces maneja ese Estado, para atropellar a la mayoría.


Las actuaciones groseras y arbitrarias del Tribunal Supremo de Justicia durante los tiempos revolucionarios que se viven en nuestra Venezuela, solo pueden explicarse dejando claro que existen muchas manos metidas en el manejo de la administración de justicia, bandas internas, sectores en pugna permanente y en consecuencia se actúa a conveniencia, me atrevería a decir inclusive, hasta el punto de ir legalizando lo ilegal, eso está sucediendo en estos momentos en Venezuela aunque se dude.

De ser así, nos encontramos en la actualidad ante una desviación tal que atenta contra la propia democracia, más aún si tomamos en cuenta que un Estado realmente democrático es definido como “el gobierno de las mayorías, el gobierno del pueblo y para el pueblo”, donde funcionan los poderes con independencia y respeto y esa independencia otorga al sistema los contrapesos necesarios para que exista gobernabilidad y eso hoy no existe.


Definitivamente, lo que vemos a diario dentro del llamado sistema de administración de justicia, que muchas veces luego concluyen con la emanación de sentencias del TSJ, son capítulos de una oscura historia que podemos denominar como cosas que ocurren en los “años revolucionarios del siglo XXI”, años de involución, sin duda, para nuestro país.


Vale la pena recordar y explicar brevemente lo que magistralmente relata el abogado alemán Ingo Müller, en su libro “Los juristas del horror”, que constituye por demás un alerta para con las personas que tienen hoy la obligación de impartir justicia y no lo hacen adecuada o correctamente, esto en el entendido de que durante los años del denominado Tercer Reich, ocurrió lo que quizás fue la máxima expresión del secuestro de las leyes por una ideología, ya que bajo el nazismo, nada de lo que se hizo fue ilegal y mucho menos ilegítimo, por el contrario, estaba apegado a la ley, pero a la ley que fue ajustada al régimen, para así cometer los actos más crueles y horribles de la historia moderna.


Todo lo que se puede leer en el libro “Los juristas del horror” es verdaderamente espeluznante, en él no solo se describen los sucesos ocurridos en esa época, sino que es una especie de profecía de hasta dónde pueden llegar los regímenes autocráticos, en su afán de violentar y conculcar las libertades y los derechos de la mayoría de las personas.


Una de las terribles conclusiones a la que se llega una vez estudiado el texto, tiene que ver con que los atropellos, las prisiones, las torturas y todo lo demás, se hicieron de modo totalmente legal.


El episodio ocurrido la semana pasada, en el cual se efectuó un burdo reciclaje de los magistrados del TSJ Venezolano, nos lleva a pensar en que el régimen necesita el control absoluto del sistema de justicia, para de alguna manera blindar sus actuaciones, de modo de tener un respaldo judicial, algo así como un cuerpo de juristas que les ayuden a cubrir los horrores que cometan, pero en versión tropical.


Todo nos lleva a pensar que de una u otra forma habrá un final, en cuanto a la legalidad o no de los actos cometidos por el actual régimen, solo puedo decirles que muchas veces la lucha por la verdadera justicia puede ser larga, pero siempre se llega a ella y la verdad saldrá a la luz.


En conclusión y a modo de reflexión, les digo que quienes cometen actos contra las normas constitucionales establecidas y contra el correcto proceder, piensan que siempre estarán amparados por el escudo de la impunidad, pero nada más lejos de la realidad, así de simple y sencillo.



Reinaldo Aguilera R.

@raguilera68/@AnalisisPE