lunes, 19 de julio de 2021

“Quiero una Cuba Libre”


 OPINIÓN

Reinaldo Aguilera: 

 

Empecemos por el principio, la historia de la bebida Cuba Libre, se remonta al año 1898, cuando tropas norteamericanas liberaron la isla cubana del dominio español y ésta pasó a ser colonia norteamericana. 

Se cuenta, que los soldados estadounidenses introdujeron la famosa Coca-Cola en Cuba donde una noche de fiesta en la ciudad de la Habana, la combinaron con Ron Bacardi y a esa combinación dada la reciente liberación, la llamaron Cuba Libre.

Según múltiples historiadores, la percepción popular indica que la Cuba pre-revolucionaria era la isla del pecado y estaba sumida en los vicios del juego, la mafia y la prostitución, lo grave del asunto es que con la llegada de Fidel Castro al poder el asunto cambió, pero quizás para peor, ya que luego de la dictadura, el 8 de enero de 1959, tras haber derrocado a Batista, Castro convirtió a Cuba en un estado socialista.

El Gobierno Socialista Cubano, bajo infinidad de engaños, escudándose permanentemente en la excusa de la culpabilidad de EEUU y sus sanciones, ya el pueblo Cubano lleva 62 años esperando mejoras y por el contrario no ve avance alguno para su situación económica y social.

Todo esto ha causado con el pasar de los tiempos que se revelen en la isla y hagan protestas, que son sofocadas rápidamente por la policía del régimen, caso aparte lo representa el acto sucedido días atrás, cuando el asunto se les complicó a los conductores de las Revolución Cubana, al observar que las calles se desbordaron pidiendo libertad, comida, mejoras en servicios públicos y la cobertura real de la pandemia del Covid-19 que azota a la zona caribeña sin respuesta real.

La consigna de ése domingo en que miles de cubanos salieron a la calle fue que ya se perdió el miedo, definitivamente y aunque suene contradictorio, casi 61 años de embargo por parte de Estados Unidos no ayuda, pero también es cierto que el manejo por parte de los Castro de todas las facilidades y el dinero proveniente de otras vías, tampoco lo ha sido; las restricciones del gobierno al pequeño sector privado son aún más perjudiciales, por ejemplo a las empresas, incluidas las tiendas y los restaurantes, se les prohíbe acceder a préstamos bancarios o participar en el comercio y los alimentos siempre han estado racionados, lo que afecta directamente a la población más vulnerable.

Muy preocupante constituye la información dada por Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, quien ha denunciado que hasta la fecha, se han registrado al menos 247 personas que han sido detenidas o que están desaparecidas luego de las protestas, es decir que el régimen Cubano realmente teme que se prolonguen y con las detenciones envía un mensaje, de terror por demás para quienes piensan continuar, la historia está en desarrollo aunque no lo parezca, estamos en otra época, muy diferente a los años sesenta.

Definitivamente no es el mismo escenario de aquel agobiante agosto de 1994, cuando en Cuba faltaba la comida, los apagones duraban horas y había una enorme presión de quienes buscaban irse a Estados Unidos por cualquier vía, en aquel año, miles de cubanos se lanzaron a las calles y fue necesario que el propio Fidel Castro se apersonara ante los manifestantes y dialogara con ellos para disuadirlos, así pues vemos que Días Canel no es Castro y quizás sea la diferencia enorme que haga que en la isla ocurra más temprano que tarde lo que muchos desean.

 

Lo cierto es que, aunque de manera oficial, se reconocen cinco intervenciones militares de Cuba en otros países como:  Argelia, Siria, Congo, Angola y Etiopía, sin embargo, otras fuentes amplían la lista incluyendo a Nicaragua y por supuesto el caso de Venezuela que, aunque no ha sido militar del todo, con la ayuda de Hugo Chávez, los Castro penetraron nuestro país hasta las bases, montando un entramado que tiene afectados todos los aspectos de la vida del venezolano, todo esto a sabiendas que históricamente los regímenes comunistas han sido inviables, como lo fue el caso de la Unión Soviética y los países de la llamada órbita socialista, cuyas economías colapsaron y terminaron cayendo ante la presión dela gente.

Lo cierto es que, para éste instante, lo que suceda en la isla, permeará a los países que se encuentran bajo su influencia, nuestra Venezuela no se escapa, quiera Dios que se nos permita ver como caen todas las piezas estilo seguidilla de dominós y surja una nueva era, así de simple y sencillo.

Reinaldo J. Aguilera R.

En Twitter: @raguilera68 / @AnalisisP

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