En días pasados, el director de la Policía Municipal de Libertador (Carabobo), Rubén Maldonado, informó a la prensa local (por tal proceder, suponemos que lleno de orgullo) que en solo cuatro horas efectuó la detención de 300 ciudadanos por el incumplimiento de las normas de bioseguridad y circulación en la vía pública sin motivo. Hay preguntas sin respuestas, por ejemplo, al meter 300 personas juntas en la sede de la policía municipal ¿se cumplieron normas de bioseguridad para evitar el contagio? ¿se presentaron los detenidos a la fiscalía? ¿cuál es la pena prevista en el código penal para quién no use tapabocas en la calle? (Y díganos de paso el artículo violado porque no hemos tenido noticia de reformas al código penal). Puede que decir estas cosas generen risa, pero no es chiste la tendencia, torpe por lo demás, de querer enfrentar un virus a punta de policías y no con recursos sanitarios.
Un profesor me dijo en la universidad, a
modo de disculpa a los desatinos habituales de los cuerpos policiales, que “no
se hace policía con arzobispos” y admito que no podemos ser tan exigentes en la
selección del personal para las policías pero, al menos, podríamos pedir a los
aspirantes a efectivos, mucho más para director, manejo de elementales
conceptos de lógica y razonamiento inteligente similares a los exigidos para
los niños en educación inicial para proceder a su contratación.
Mientras nos reímos, lamentablemente, aún
hay déficit de agua en los centros de salud, los médicos y enfermeras no
cuentan con suficientes equipos de protección personal (ni sueldo decente), no
se sabe, por voz del alcalde, el número de casos en el municipio, la cantidad
de camas hospitalarias disponibles, los recursos invertidos para responder al
previsible incremento de casos, la disposición de espacios suficientes en los
cementerios municipales o capacidad en los crematorios de modo que pueda
evitarse un manejo inadecuado de los fallecidos, en fin, el municipio
Libertador es la definición perfecta de opacidad administrativa. Con ocultar la
información que debe ser pública no lograremos que la población sea consciente
de los riesgos que implica la pandemia.
La respuesta exclusivamente policial a la
pandemia surge de la intención manifiesta de culpar a los ciudadanos por el
incremento de casos y obviar, tapar o escamotear la responsabilidad de las
autoridades por la ausencia de una política sanitaria que permita la dotación
efectiva a los centros de salud y su preparación para atender los contagios.
Hace un año escribí, en este mismo espacio, la necesidad de instalar hospitales
de campaña en el municipio Libertador como acción preventiva en caso de la
ocurrencia no deseada de un aumento exponencial de casos, incluso hacía la
recomendación de usar espacios como canchas deportivas e iglesias para ello,
nada de eso se hizo y, pues, llegamos al llegadero.
Aún hay oportunidad de reaccionar, en
principio, ciudadano Alcalde, comprenda que su cargo amerita transparencia,
rendición de cuentas y contraloría social, no es delito exigir información ni
es un acto contrarrevolucionario o un pecado contra su dios Chávez el que usted
entregue datos al público. Segundo, todas las voluntades son necesarias en
momentos de emergencia, los adecos, aunque seamos un partido ilegalizado, con
tarjeta y sede secuestrada y dirigencia perseguida, tenemos la disposición de
ejercer el rol que una oposición seria y auténtica tiene: decir la verdad, dar
recomendaciones y exigir políticas públicas efectivas.
En ese sentido, creemos necesario revisar
el enfoque exclusivamente policial con el cual el municipio Libertador está
respondiendo a la emergencia sanitaria. Este enfoque puede lesionar derechos
humanos internacional y nacionalmente reconocidos y, además, puede generar
incentivos para la extorsión a individuos o empresas por parte de efectivos
policiales corruptos. En este municipio tenemos tres ambulatorios (dos
dependientes de Insalud y uno dependiente del IVSS), tres CDI, el CESADE y la
Maternidad “María Ibarra”, el deber de la Alcaldía es responder y velar por las
condiciones en que prestan sus servicios. Esperamos que esta emergencia sea
superada pero ese logro amerita trabajo persistente con un enfoque sanitario, la
policía puede ser más útil contra el hampa antes que contra el virus.
Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica
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