martes, 16 de marzo de 2021

Verborrea legislativa

  OPINIÓN VENEZUELA LEY PDVSA



15 de marzo de 2021 - 11:03 - Por OMAR ESTACIO Z.


  • "La única ley, es que no hay ley", es credo de la narcosatrapía en referencia




El martes pasado, el Narcosátrapa, festejó por todo lo alto, que “su” Parlamento, votado con fraude, ilegítimo, espurio, no reconocido por alrededor de 60 países, más varios organismos multilaterales, (“pero controlado por yo, pormigo mesmo, pa’ que sepan que soy gobielno”) afirma tener, 34 proyectos de Ley, prontos, para ser aprobados en el presente período parlamentario.

En el “paquete” hay de todo, como corresponde a semejante caterva: Como la fementida reforma de Ley de Responsabilidad de los Medios de Comunicación, que aspira a arremeter -más de lo que están, en Caracas y el interior del país- las redes sociales. O el proyecto de reforma del Código de Procedimiento Civil, que permitiría a los “colectivos de la paz” ser terceristas y entrometerse -y de paso, darles oportunidad de cobrar “vacunas”- por obstruir o no obstruir cualquier pleito judicial entre particulares. ¿Y qué tienen qué ver esos, buhoneros del cannabis, del “perico” y demás psicotrópicos ilícitos con que, Pedro, le deba a Juan y que a éste, no le venga en gana pagarle? ¿Y qué mal le habrá hecho la gramática española a tal gavilla parlamentaria, para que la pateen al bautizar un texto normativo, como “Ley de la Chamba para los Chamos”?

“Se acatan pero no se cumplen. Leyes, siempre sobran, lo que nunca hay, es gente decente para aplicarlas. Usted tiene razón, pero va preso. Más vale una cuarta de juez que una vara de Justicia. La ley del Embudo ( ancha para lo propio, muy estrecha para lo ajeno). La ley del encaje (es decir, la que mejor le encaja a un juez prevaricador). Quédense ustedes, con las leyes y déjenme, los reglamentos que me daré por bien servido. La ley del Cabestro. La Constitución sirve para todo”.

Frases, en unos casos populares y en otros, de paternidad definida (de Cervantes o, quizás, de Covarrubias; del conde de Romanones; de César Zumeta y de José Tadeo Monagas, las cuatro últimas, respectivamente) que reflejan la minusvalía de toda norma y la inmensa brecha que la separa de la realidad.

“La única ley, es que no hay ley”, es credo de la narcosatrapía en referencia.

Hay quien asegura que tal profusión o verborrea legislativa es para aparentar laboriosidad. Otros, que es para fingir legalismo. “La hipocresía es tributo que le rinde el vicio a la virtud”, escribía Rochefoucauld. Pero la taifa revolucionaria es refractaria a aparentar virtudes. Se jacta de sus propias taras. Exhibe sus crímenes, los reivindica -bailando salsa en público, después de asesinar parroquianos, por ejemplo- que mientras más atroces, mejor, porque se erigen en motivo de ascenso en su nomenklatura. Intentan ser peores de lo que son y si no lo consiguen por holgazanes, cobardes o por déficit de imaginación, en lugar de honestos, prefieren posar de canallas.

Esos paquetes legislativos, constituyen pérdida, irremediable, de horas-hombres, por muy depreciado que sea el tiempo de semejante hatajo. Además, la narcosatrapía, no ha necesitado de leyes. Que, cuando las ha tenido, ha sido la primera en violarlas, por no haberles resultado lo suficientemente malas para hacer, lo único que han sabido y querido hacer:

La supuesta Revolución, no precisó de enmienda constitucional que restituyera la pena de muerte, para matar a, Franklin Brito, Oscar Pérez, Fernado Alberto Albán, Jairo Ortiz, Daniel Alejandro Queliz, Miguel Colmenares Milano, Paola Ramírez, Neomar Lander, Gruseny Calderón, entre sus más de 10 mil disidentes asesinados a mansalva, agregados, a los 300 mil venezolanos víctimas del hampa callejera, amamantada por la Tesorería Publica, en muchos casos pero, en todos, con la ciencia y complacencia de los narcosátrapas, porque nos hallamos ante un típico empleo de la delincuencia común, como herramienta de represión y confinamiento de la gente trabajadora.

Para saquear Pdvsa, a las empresas de Guayana, el Arco Minero, el Patrimonio Público y privado, en general y para entregarse a los cárteles de drogas, tampoco le hicieron falta, leyes despenalizadoras de la corrupción, el saqueo y el narcotráfico.

Ni para colocárseles, en decúbito ventral a cuanto bicho de uña llega del extranjero a participar del botín, castrocubanos, kirchneristas, luladasilvistas, podemistas españoles, faracos, elenos, chinos, turcos, rusos, bielorrusos, iraníes.

Entonces ¿para qué 34 proyectos de leyes mal escritas que una vez sancionadas ellos mismos se apresurarán en violar y en canibalizar? Es que sumado a todo lo anterior, hasta coprófagos salieron esos supuestos revolucionarios.

@omarestacio



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