OVV: 7 de cada 10 venezolanos no confían en la protección de los cuerpos policiales del Estado-Guacamaya-FAES

Como si despertara de un profundo coma, el fiscal del régimen se sorprende de que una célula de la FAES pretenda extorsionar a un productor agropecuario en Zulia. Incrédulo, se cuestiona cómo es posible que en un solo día reciba su despacho dos denuncias que supuestamente involucran a funcionarios de este cuerpo de seguridad del régimen.

Ese mismo día, el Centro Global para la Responsabilidad de Proteger alertó que en Venezuela “se están cometiendo crímenes atroces masivos y se necesita una acción urgente”. ¿Esto también es noticia para el fiscal rojito? O lo que recogen los informes de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ¿se le borró de la memoria?

No puede decir que no conoce las denuncias que han recogido los organismos internacionales porque hasta una cadena hizo para rebatir las acusaciones de violaciones de los derechos humanos que ocurren a diario en Venezuela y que aparecen con pelos y señales en un informe de la ONU. Aquella vez se rodeó de funcionarios que comenzaron a recitar números de denuncias y de agentes procesados por tales delitos como para hacer creer que sí hay justicia.

¿Sigue siendo nuevo para él que un grupito de funcionarios de la FAES se presente en una finca agrícola en el Zulia y secuestre al propietario quién sabe bajo qué amenaza y ponga a unos trabajadores a cavar una fosa?

Hay que reconocer la valentía de los agentes de la policía municipal que grabaron los hechos para que no quedaran dudas. ¿O es que esto es lo que le sorprende al fiscal rojito, que haya funcionarios honestos que estén dispuestos a arriesgar su vida para poner en evidencia los crímenes que cometen otros? ¿Por eso dice que no sabe lo que pasa con la FAES, que se dejaron agarrar con las manos en la masa? Porque no es un hecho aislado, no es un caso fortuito, no es un grupito que se descarriló del camino de la ley.