Los Concejos Municipales son la rama del Poder Público Municipal encargada de ejercer las labores legislativas y de control político a nivel local. Sus integrantes, según nuestra Constitución, deben ser electos bajo comicios libres y justos mediante el voto universal, secreto y directo y, dependiendo de la densidad poblacional del municipio de que se trate, el número de concejales podrá variar. ¿Para que sirve el Concejo Municipal? ¿Para que sirve un concejal? ¿Son de adorno o decorativos? ¿sirven para que queden bien en una foto? Pues no. Una vez elegidos, los concejales deben nombrar una directiva y conformar Comisiones por área de trabajo, por ejemplo: Comisión Permanente de Servicios Públicos, Comisión Permanente de Salud, Comisión Permanente de Contraloría, por mencionar algunas que resaltan por su obvia importancia.
Por ejemplo, si algún vecino de los municipios
Valencia, Guacara, Libertador o Puerto Cabello, nota en algún momento cierto
inconveniente con un servicio público, pues, el o ella o, más propiamente, las
comunidades afectadas, pueden recurrir a esas Comisiones para que estás
efectúen las investigaciones pertinentes. Entre las labores que una Comisión de
Servicios Públicos podría efectuar, continuando con el ejemplo, está solicitar
información a las instituciones competentes en la gestión del servicio de que
se trate, llamar a comparecer e interpelar a los funcionarios encargados,
interrogarles en relación a sus funciones y los problemas denunciados por las
comunidades. Si ocurriera que las explicaciones de los funcionarios revelen
irregulares o inconsistencias, esa Comisión podría remitir el expediente del
caso a la Fiscalía, o a la Contraloría o, si es el caso, podría tramitar ante
la plenaria de la Cámara (el conjunto de los concejales reunidos como cuerpo
colegiado) un voto de censura para el funcionario incompetente, indolente o
negligente y, consecuencia de ello, ese funcionario municipal podría ser
destituido.
Han ocurrido casos, como en época del
Alcalde Edgardo Parra en Valencia, que producto de un proceso judicial relacionado
a actos de corrupción, el alcalde fue detenido y el presidente del Concejo
Municipal de ese instante ejerció como Alcalde encargado hasta la elección de
un nuevo Alcalde por medio de elecciones. Hasta acá es evidente que los
Concejos Municipales son importantes y eso que no hemos profundizado en su rol
legislativo.
Los Concejos Municipales, además de ejercer
competencias constitucionales y legales de Control Político sobre la gestión
pública como ya lo describimos, la Cámara puede aprobar las Ordenanzas, es
decir, leyes de alcance local. Entre las ordenanzas más importantes está la de
Presupuesto Municipal, es decir, la descripción pormenorizada y anual de los ingresos
y gastos del municipio. La discusión de esa y todas las Ordenanzas deben ser
públicas y, una vez aprobadas, esas leyes municipales deben ser de conocimiento
público para que todos los ciudadanos puedan saber en qué se gasta el dinero de
todos. Supongamos que una vez aprobado el presupuesto, el Alcalde se vea en la
necesidad de hacer algún cambio en los gastos previstos, pues bien, el Alcalde
debe solicitar a la Cámara Municipal efectuar un crédito adicional y esta
puede, si lo estima conveniente, aprobarlo o no. La voz del alcalde no es santa
palabra, los concejales tienen la autoridad para decidir en este tema conforme
a su criterio y, reitero, estos actos, las sesiones y las discusiones deben ser
públicas.
Cada concejal debe ser un representante de
los vecinos, ejercer un liderazgo público notorio. Comparecer ante los medios
de comunicación en calidad de entrevistado y ofrecer declaraciones informativas
para que la opinión pública conozca los temas de la agenda local deben ser la rutina
para un concejal. Es un contrasentido ser concejal y a la vez una persona
sumergida en el anonimato o padecer una crónica timidez que lo haga un total
desconocido para sus vecinos, esos casos revelarían un carácter pusilánime,
propio de seres bajos y digno solo del desprecio colectivo.
Esta breve relación sobre los Concejos
Municipales y los concejales deben despertar ciertas reflexiones personales
para cada ciudadano. Pregúntese amigo lector: ¿Cuántos concejales hay en mi
municipio? ¿A cuántos les sé el nombre y les conozco el rostro? ¿Qué tanto se
parece este texto a la realidad de mi Concejo Municipal? ¿Hay control a la
gestión pública en mi municipio? ¿Tengo la facilidad de conocer el presupuesto
y el resto de las ordenanzas de mi municipio?. Las respuestas a estás
interrogantes pueden ayudarlo a conocer el funcionamiento real de su democracia
local, es simple, todas las respuestas que usted de a esas preguntas le
mostrarán qué tanto es usted considerado por las autoridades como ciudadano o
como un mero habitante.
Si usted descubre que en su municipio el
Concejo Municipal hay un grupo de gente anónima, que no expresa ninguna crítica
o comentario a pie de página a la gestión de los servicios públicos pese a que
usted más que disfrutarlos los sufre, entonces sepa que una parte importante
del desastre viene por el silencio institucionalizado en esa instancia de
representación ciudadana. No todo está perdido, tal como en el caso del
alcohólico, solo se empieza a sanar cuando se es consciente de la enfermedad.
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