El pasado 2018 fueron electos 15 diputados al Consejo Legislativo del Estado Carabobo, es momento de revisar críticamente la labor desempeñada por sus integrantes en calidad de ser, suponemos, representante del pueblo. En principio, amigo y amiga lector, pregúntese ¿Quién es el diputado electo en mi circunscripción? ¿Cuál ha sido su trabajo legislativo? ¿Qué denuncia ha realizado? ¿Ha presentado un informe de gestión ante sus electores? ¿Aunque sea lo conozco o le se el nombre?.
Si no se le viene a la mente ningún nombre no se sienta culpable, la
opinión pública solo tiene vagas referencias de estos diputados que resaltan
por su gris e imperceptible gestión parlamentaria. En el caso del municipio
Libertador, la diputada al Consejo Legislativo es la ciudadana Francis Vielma y
me gustaría poder decir en estas líneas que su rol en estos años en ese curul
fue de dedicación exclusiva a la denuncia de las fallas de los servicios
públicos, del pésimo funcionamiento de las empresas Gas Drácula o de Trans
Drácula, del deterioro de los centros de salud dependientes de Insalud o del
desmantelamiento de las escuelas dependientes de la Secretaría de Educación…
pero no puedo decir algo que no se ajusta a la realidad. Debo decir que hablo
en especifico de esos servicios e instituciones dependientes del gobierno
regional porque, precisamente, el Consejo Legislativo del Estado Carabobo
existe para controlar la gestión de la Gobernación de Carabobo. Tanto ha sido
el silencio de los diputados que es casi seguro que una encuesta de opinión
presente como hallazgo el que los carabobeños consideren inexistente al CLEC.
Una de las labores del CLEC es aprobar el presupuesto de la
Gobernación de Carabobo y estoy seguro que el rol de la diputada Francis Vielma
podría haber sido muy constructivo si hubiese dedicado parte de su tiempo en
informar a las comunidades de Tocuyito y Campo Carabobo, donde fue electa,
cuáles obras serían construidas o cuáles fondos fueron aprobados para que
ocurriera, con conocimiento de causa, la llamada contraloría social. Pero, en
estos años, no ha sido así.
Ya que no ocurrió denuncia de fallas en los servicios públicos y
tampoco se informó a la ciudadanía del curso de las finanzas públicas, ¿podemos
decir algo positivo sobre la labor legislativa en el CLEC? ¿Cuáles leyes fueron
aprobadas?... Silencio en la sala y grillos de fondo. Al momento de tomar
juramento en un cargo público se suele emitir la fórmula “sino, que el pueblo
os lo demande”, pues bien, el pueblo tiene derecho a escuchar de propia voz de
sus diputados la explicación de qué han hecho por Carabobo desde 2018. ¿Qué
hicieron, además de aplaudir y reírse de los chistes malos del gobernador, por
los ciudadanos que confiaron en ustedes para dirigir el Consejo Legislativo del
Estado Carabobo?.
Como estoy al tanto de la dificultad de pedir explicaciones a quien
ni siquiera se le conoce el rostro, recomiendo a los lectores buscar en la
página web del CNE los resultados de las elecciones legislativas regionales de
2018 y ver el nombre y apellido de los diputados electos por su circuito. Visto
lo visto, no deberíamos darnos el lujo de seguir permitiendo que estás
situaciones ocurran, en las próximas elecciones legislativas al CLEC debemos saber
escoger a personas que no tengan miedo en solicitar, revisar y controlar las
actividades que afectan a todas las comunidades de Carabobo. En nuestras manos,
como ciudadanos, está decidir que los actuales diputados, en el momento que
corresponda, se les premie con una reelección en el cargo o pedirles que cambien
de trabajo (en algún otro oficio puede que si sean útiles).
Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com
/ @rockypolitica
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