Esta semana decidí tomarle el pulso al
acontecer de Valencia, otrora ciudad industrial, que vive su peor momento a
juicio de sus habitantes sin muchas diferencias entre el sur o el norte. Para
ello, conversé con Pedro Brito, Jefe de Cuadra del Consejo Comunal del Trigal
Sur, y con José Olivo, dirigente Vecinal de la Parroquia Miguel Peña. Esta es
una oportunidad propicia para evaluar que tan cierto es el slogan “Una Sola
Valencia” tan repetido por el ciudadano Alcalde Alejandro Marvéz.
Al hablar con José Olivo y preguntarle por
los servicios públicos inmediatamente me expone la larga lista de problemas que
tiene el sur de Valencia, la lista casi llega al piso, pero me resaltó que “tenemos
en el barrio José Leonardo Chirinos una estación de trasvase que en la gestión
del Alcalde Edgardo Parra le retiraron la bomba y, aún al sol de hoy, todavía
no se ha restituido esa bomba pese a que la deuda con la empresa contratista
encargada de su reparación se canceló durante la gestión de Miguel Cocchiola. Pues,
sucede entonces que en esas calles se ven ríos, porque no son botes, ríos pero
de aguas residuales que contribuyen a destruir, cada día más, la menguada salud
de los habitantes, asimismo, la falta de mantenimiento en drenajes causa estragos en época de
lluvias como se ve en Trapichito y en Los Taladros. El suministro de agua
potable es el problema más sentido de la población, apenas llega cada dos o
tres días, por espacio de algunas horas, hay sectores donde pasan hasta 15 días
sin recibir agua por las tuberías y cuando llega es mejor no desear que hubiera
llegado por la cantidad de barro, óxido y malos olores que salen de esas tuberías.
Pareciera que nos odiaran, nadie cree eso de Valencia Te Quiero”.
A juicio de Olivo, si hay algo que se vea
medio arreglado es “por donde pasa la reina”, me explica que “es doloroso ver
que los ciudadanos seamos los que tenemos que subsidiar a las empresas
prestadoras de servicios públicos, lejos de donde pasa la reina, en las
comunidades, allí tenemos que comprar los cables, los transformadores, los
bombillos y darle plata o productos a los trabajadores de Corpoelec para que
nos medio acomoden entre tanta oscuridad en los distintos sectores. Lo mismo
pasa con CANTV y con Hidrocentro, pues, no importa que pagues el servicio,
siempre hay que recoger algo para resolver”.
Del otro lado de la ciudad, encontramos a Pedro
Brito quien nos explicó una realidad muy ignorada por las ensimismadas
autoridades locales. Al preguntarle ¿Cómo evalúa los servicios públicos? Me
informó que “La prestación de los servicios públicos en Valencia, y en
específico en el Gran Trigal, es pésima, todos y cada uno de los prestadores
tienen un desempeño paupérrimo. Haciendo un pequeño resumen te puedo contar que
la recolección de desechos está cada vez peor, esta programada para pasar los
martes, jueves y sábados y por ejemplo está semana sólo pasó el sábado, por lo
que la basura está en las aceras desde el martes, lo que causa malos olores,
moscas, gusanos y la contaminación visual de pasar por las calles y ver
montones de bolsas de basuras negras adornando las aceras, y como extra un
grupo de venezolanos hurgando en la basura para encontrar sustento producto de
este régimen hambreador”
El problema del agua vuelve a relucir pero
no es lo único, según Brito “En cuanto al agua, en el Trigal es un problema muy
grave puesto que somos una zona elevada, terminando al pie del cerro, y el
servicio no llega en las partes más altas desde hace más de cinco años y en las
zonas o cuadras que si les llega, llega con poca presión y con muy mal olor, el
servicio es muy inconstante y falta mucho lo que obliga a los vecinos a pagarla
por camión cisterna privado a un costo de 25$ lo que golpea su ya maltrecha
economía. En cuanto a la luz, los bajones
y subidas en el voltaje hacen que los electrodomésticos se dañen,
complicando más la vida del venezolano, agrégale a eso que cada vez que llueve
se va la luz y tienes el panorama completo. Súmale a la cuenta las fallas del
gas, los operativos tardan más de dos meses y tenemos vecinos con una sola
bombona pequeña que no les dura todo ese tiempo obligándoles a regresar a
viejas prácticas como cocinar con leña en los patios. Nunca vemos una patrulla,
el transporte público es casi inexistente, la alcaldía se olvidó de las plazas
y el ornato, llevamos 8 años sin bacheo de calles y la desesperada huida de
muchas personas a otros países buscando mejores oportunidades de trabajo causa que
tengamos la problemática de que 1 de cada 5 casas este abandonada, o peor, al
irse los jóvenes quedan personas de edad
avanzada solas y con grandes necesidades lo que ha obligado a un grupo de vecinos y miembros de las juntas
comunales a organizarse para aliviar esa situación, ayudándolos en cosas tan
básicas como desplazarlos para que puedan adquirir sus alimentos y medicinas o
ir a sus consultas médicas”.
Pedro Brito, en un momento de humor pero
con un sonoro mensaje de protesta me dice, el slogan de la Alcaldía debería ser
“Una Sola Dolencia”. Ambos valencianos me han hecho notar que el nombre de esta
ciudad hace honor a su gente, son valientes, luchadores, no se rinden y menos
se dedican solo a criticar desde las gradas o las redes, al contrario, son
hombres de acción. Hoy Pedro Brito está incorporado como Secretario de Asuntos
Municipales del CEM “Rómulo Gallegos” de AD en la Parroquia San José y José
Olivo ejerce una aguerrida militancia adeca como Secretario de Asuntos
Municipales del CEM “Rómulo Betancourt” en la parroquia Miguel Peña. Por mi
parte, estoy orgulloso de ser su compañero en la lucha por transformar a
Carabobo.
Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica
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