miércoles, 29 de julio de 2020

Justicia

Escrito por Juan Pablo García | @juanpablogve   
Miércoles, 29 de Julio de 2020 01:18

altNadie duda de que los venezolanos debemos ir hacia una  definitiva reconciliación, superando las  divisiones

y odios sembrados por el chavismo y recrudecidos por el madurismo en los últimos años. Todos deseamos la paz y la concordia.  Pero – lo hemos dicho hasta la saciedad – esa paz y esa concordia deben ser auténticas reales y limpias. Por el ello, recuerdo muy bien, el Cardenal Castillo Lara decía que debíamos perdonar, pero también que sin justicia no hay perdón.  Para muchos es fácil olvidar así no más, correr la arruga, esconder debajo de la alfombra los males No. Es necesario hacer justicia para que haya perdón, paz y reconciliación verdaderos, algo  radicalmente distinto al revanchismo, al pase de factura.

Por estos días, he quedado anonadado por la detención de un ex guardia nazi de 93 años. Bruno Dey, el sujeto en cuestión, fue sentenciado en Hamburgo a un régimen de libertad condicionada como cómplice en la muerte de más de  cinco  mil personas hacia 1945, siendo la mayoría judíos. Todos sabemos de las atrocidades de aquella  lejana guerra e, incluso, de la negación del Holocausto. Pero existe, aún muy tardía, la determinación de hacer justicia. En ella es que se fundamente toda reconciliación, concordia y paz auténticas y convincente. Por ello hablamos de a Operación de Paz y de Estabilidad (OPE) para Venezuela.

Y es que, en nuestro país, por oportunismo, por alcanzar algunos buenos churupos del régimen agonizante, se dice de hacer tabula rasa de todos los desmanes, violaciones  de derechos humanos, usos y abusos del erario público, confundiendo la paz, la reconciliación y la concordia, con la coexistencia, la cohabitación. Por ahí anda uno de estos analistas de opinión interesada, predicando un "ganar-ganar" con nuestros victimarios. Y no, debe haber justicia. 

Tarde o temprano pagarán centenares de miles de muertes, por decir lo menos, acaecidas en estos veinte años.  No es revanchismo, ni pase de factura: es justicia, por  la que clama el pueblo venezolano.


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