lunes, 7 de junio de 2021

Una fotografía

 

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Por El Nacional -junio 7, 2021




Bonny Cepeda Foto: Prensa Miraflores

En periodismo hay que ser precisos. La precisión en el uso de la palabra y en la cita de los hechos, sobre todo si se trata del género noticioso, pero se aplica para todos, incluso el de opinión. Es una cuestión de ética que seguro es común para todas las profesiones y también en las relaciones personales.

Bajo esta perspectiva, este editorial trata de poner un lente con un poco más de aumento sobre Bonny Cepeda y su visita a Miraflores. Lo primero, esto ocurrió en noviembre de 2020, no en 2019 ni ahora en 2021. Sin embargo, hay que aclarar también que ya Venezuela estaba, como todo el mundo, inmerso en una pandemia sin precedentes. Y solo en esa casa presidencial tenían seguramente los números reales de fallecidos y contagiados por el coronavirus en el país.

El cantante dominicano hizo cierto “alarde” en un programa de radio la semana pasada, el Alafoke Radio Show, sobre que por esa presentación había cobrado 60.000 dólares. Volvemos a recordar, a esas alturas del año no se sabía de dónde iba a salir el dinero para adquirir las vacunas contra el covid-19 para inmunizar a la población. También se insistía en que las sanciones impuestas por Estados Unidos y otros países hacía imposible la entrada al país de medicamentos y suministros médicos para atender esta y otras crisis del sector salud.

Es obvio que, dicho así al voleo, 60.000 dólares duelen en el bolsillo de cada venezolano que pasa hambre y necesidades, y el locutor del programa de radio que pregunta sobre el cobro bien sabía de esta situación al hacerle la observación al entrevistado. A estas alturas no debe quedar nadie que no haya escuchado o visto el video, Cepeda lo admitió y hasta justificó haber recibido dinero que le han quitado a todos los venezolanos. Al final, él también necesita ganarse la vida.

¡Qué bloqueo tan inhumano al que está sometido el psuvista mayor que vive en Miraflores, que tuvo que sacar dinero de su bolsillo para bailar en su cumpleaños! El chiste del año, si no fuera tan doloroso. Esa fue la reacción más común entre todos los que se enteraron. Es lógico pensar que los rojitos llamaron a Cepeda y le “pidieron” que rectificara. “A mí no se me pagó en esa presentación… Nosotros los dominicanos somos muy sarcásticos. Se ha estado repitiendo algo que dije de forma coloquial”, dijo el merenguero a CNN el jueves.

Y si se aplica lo que se mencionó al principio de precisión en el discurso (también materia de estudio en asuntos de Ciencias Políticas), entonces basta con hurgar un poco el diccionario de la Real Academia. Cepeda asegura que los amigos dominicanos son sarcásticos, es decir, que usan el sarcasmo, definido como “burla sangrienta, ironía mordaz y cruel con que se ofende o maltrata a alguien o algo”. Y además, que lo dijo de manera “informal y distendida”, que es el hablar coloquial.

No se sabe qué es peor, si el hecho de que cobrara o el hecho de que le pareciera motivo de burla o de chiste decir que lo hizo. Además, bueno sería que supiera que hablar coloquialmente no es sinónimo de mentir. Como siempre, el lector tiene para formarse su propia opinión, aunque de este episodio solo quede la canción y “la fotografía” del psuvista bailando en Miraflores.



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