Los venezolanos, estamos viviendo momento duros, muy complicados. Pero que estemos viviendo momentos complicados no quiere decir que no tengamos las cosas bien claras.
Venezuela era un país en el que se practicaba la democracia, lleno de prosperidad, de oportunidades, de abundancia, de alegría, hasta que llegó la dictadura chavista que hoy sigue atrincherada en el poder. La dictadura que vivimos acabó con todo, no hay prosperidad en el país, los ciudadanos sobrevivimos, de eso estamos más que claros.
¿Es que acaso ha sido poca cosa lo que nos ha tocado vivir?
Durante más de 20 largos años, hombre y mujeres, que apenas éramos unos niños cuando llegó la dictadura, dejamos de vivir nuestra infancia, de disfrutar nuestra juventud para defender la democracia. Hemos enfrentado, y seguimos enfrentando, la opresión y la miseria en que el régimen tiene sumergida a Venezuela.
Durante todos estos años muchos se han hecho la vista gorda y no han combatido a la dictadura, otros han abandonado la lucha para ser parte del régimen como empleados convictos y confesos, otros nos critican, son solo espectadores o dueños del teclado. Lo que está a la vista no necesita anteojos, asi son las cosas.
Nadie puede poner en duda, que los que si luchamos sin parar, hemos demostrado que nuestra convicción democrática no tiene precio. Orgulloso estoy, como adeco de convicción, de tener como jefe de mi partido a un Compañero como Henry Ramos Allup, quién bien ha sabido conducir nuestra organización política, nos sentimos bien representados, siempre sus orientaciones son dirigidas hacia al trabajo partidista, hacia la unidad entre los demás factores democráticos, incluidos todos, grandes y pequeños, al punto en muchas ocasiones se apartaron y se sacrifican legítimas aspiraciones partidista para fortalecer el espíritu unitario.
Los adecos en todo momento hemos entendido, que el objetivo no es complacer aspiraciones personales si no sacar a Venezuela del oprobio. Sobre la tarjeta de los partido secuestrada por la dictadura les aclaro: las tarjeta secuestrada no es de los empleados, es del secuestrador. Ejemplo claro la tarjeta de AD es del régimen quién se la arrebató con su bufete a Henry Ramos Allup y a toda nuestra militancia adeca, esa tarjeta le pertenece al pueblo adeco, a los verdaderos adecos, a los legítimos, a los que no tienen precio.
La lucha de nosotros no tiene descanso, los adecos estamos en la calle, activos y organizados, solicitando les devuelvan todas las tarjetas a sus verdaderos dirigentes y se den condiciones claras para participar en Elecciones Libres Justas y Verificables. El bien siempre vence al mal, más temprano que tarde, las tarjetas secuestradas estarán de nuevo con sus auténticas autoridades, eso es practicar y respetar la democracia, que del régimen no hay demostraciones de querer rectificar. El Acuerdo de Salvación urge, la comunidad internacional esta también de nuestro lado para rescatar nuestra democracia que incluya las debidas condiciones para restituirla. Mientras tanto nosotros, los adecos legítimos, los que llevamos a nuestra organización política en los tuétanos, seguiremos en nuestra lucha.
El mundo ha sancionado a quienes han acabado con la democracia venezolana y a sus empleados por robar los símbolos de los partidos, que no me vengan después con confusiones, ni con Síndrome de Estocolmo, ni venderse como víctimas a semejantes verdugos. No queremos abrazos, mucho menos recociliación, queremos justicia; aqui los traidores no tienen cabida.
Nuestro objetivo es y seguirá siendo rescatar la democracia venezolana, los adecos defendemos los que hacemos, hicimos democracia y por eso la defendemos.
Nos ha tocado vivir una pesadilla, una tragedia, sabemos como manipula el régimen las situaciones y humilla a nuestros conciudadanos. Ya basta, acompañemos todos la lucha por una Venezuela Libre y de los venezolanos.
Si nos caemos en el camino, nos levantamos y seguimos, tenemos prohibido rendirnos y abandonar la lucha. ADelante
Franmi Hernández
Sec. General AD Carabobo
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