Mientras escribimos éstas líneas, en nuestro
país se desarrolla nuevamente un simulacro previo a un proceso electoral, por
cierto, muy cuestionado desde el principio, ya que todo ocurre en momentos en
los que la crisis parece no tocar fondo y el nivel de desesperación recorre como
fantasma todo el territorio nacional.
Los problemas y las fallas de los servicios
públicos se agudizan sin que exista respuesta alguna de parte de los llamados a
solucionar y en el caso que nos ocupa, son muchos de los que se han postulado
nuevamente a la competición electoral pata seguir mandando mas no gobernando,
terrible escenario.
Según las autoridades”
electorales en Venezuela, el simulacro electoral avanza con una gran
afluencia de votantes de cara a las elecciones regionales del 21 de noviembre
próximo, sinceramente lo de gran afluencia desde hace ya un buen rato se pone
en duda, pues el régimen es especialista en inflar cualquier cosa y hacer ver
lo que no es, algo así como las famosas líneas atribuidas a Joseph Goebbels: «Una mentira repetida mil veces se convierte en
verdad», muestras existen de a montón.
Lo único que es cierto para millones de
venezolanos fuera y por supuesto dentro del país, es la locura que se vive a
diario, por lo que el régimen tiene que buscar tácticas para desviar la
atención, la nueva reconversión monetaria por ejemplo, ésa es una de ellas,
pues las técnicas de distracción consisten en
cambiar nuestro foco de atención, de manera voluntaria, desde nuestros
pensamientos y sensaciones hacia otro estímulo que permita la disminución de
esa ansiedad, si es que se puede por supuesto.
Definitivamente
está llegando el tiempo en el cuál, la gente ha dejado de ser pendeja, o la mayoría de
ellas al menos, sin embargo, en pro de buscar salidas menos traumáticas a la
grave situación de nuestro país, se tratará de aprovechar la oportunidad del
venidero proceso electoral, lástima que no existe la verdadera UNIDAD como la
del 2015, que dio los resultados espectaculares que arrinconaron al régimen,
hoy por el contrario las ansias puras de control del poder de parte de muchos
en las “oposiciones” dividirán los votos en zonas emblemáticas que darán al
traste con la posibilidad de cambio y de mejoras a todo nivel.
Como ha sucedido en
otras latitudes, esperemos que no llegue un estallido social sin que
los partidos políticos lo anticipen, muchas de sus estructuras son “un cúmulo
de caudillismos incapaces de leer o escuchar la nueva Venezuela”, hoy
aseguramos que, a partir de las polémicas inscripciones de los candidatos a
alcaldes y gobernadores en diversos estados de parte de las oposiciones lo
auguran.
El problema parece
extenderse más allá de Venezuela, claro sin pretender justificarlos, también
muestra que en toda América Latina los partidos establecidos se degradan sin
que aparezcan nuevas alternativas, por el contrario, reaparecen las mismas
figuras y la gente las vuelve a elegir, creando un peligroso círculo vicioso
político electoral.
El análisis se detiene
particularmente en el Frente Amplio, la Unidad o como se llame en éste momento,
“una fuerza política que ya carece de definiciones claras y realmente
unitarias”, pues lo que sí existen son grupos en las que se ven luchas
fraccionales, sumadas a “la inmadurez organizacional” que generan un complejo
frente interno que dificulta negociar con otros, en Caracas existe y en el
interior mucho más, de no lograr superar esos obstáculos, tendremos CHAVISMO
POR SIEMPRE, así de simple y sencillo.
Reinaldo
Aguilera R.
@raguilera68/@AnalisisPE
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